El aumento de las adquisiciones de los grandes grupos españoles del Ibex-35 en el exterior durante 2014 muestra el avance hacia una nueva fase de expansión internacional, como la que tuvo lugar a finales de los años 90 con el desembarco en Latinoamérica y la pasada década en el mercado británico.
Esta internacionalización de las compañías españolas se ha intensificado a golpe de talonario. A lo largo de 2014, el volumen de las operaciones corporativas exteriores asciende a 23.000 millones de euros, una cantidad histórica que no se alcanzaba desde 2007, antes de que comenzase la crisis económica y financiera.
Después de varios años de saneamiento, control de costes, expedientes de regulación de empleo, restricciones de dividendos y «limpieza» de balance, actualmente estas compañías se ven de nuevo en disposición de crecer inorgánicamente ante la necesidad de fortalecer su negocio internacional y disminuir la dependencia del mercado español, aprovechando las oportunidades que surgen en los mercados emergentes y la mejora de las condiciones de financiación.
Telefónica compra en Brasil y Alemania
Gas Natural, Cepsa, Grifols…
Cepsa, controlada por el fondo soberano de Abu Dhabi, IPIC, formalizó en enero la adquisición de la petrolera Coastal Energy por 1.550 millones de euros para incrementar sus activos de exploración y producción, especialmente en el sureste asiático.
Asimismo, se estima que Iberdrola puede lanzar una ofensiva por el control de la empresa brasileña Neoenergía, fusionándola con su filial Elektro, y la reciente bajada del crudo puede facilitar que Repsol encuentre petroleras a una valoración atractiva en Norteamérica.
Una empresa muy activa en las últimas semanas ha sido Ferrovial. A la adquisición de la empresa australiana Macquarie y de tres aeropuertos británicos por 1.300 millones, hay que añadir la reciente oferta de 700 millones de euros por el grupo australiano de servicios e infraestructuras Transfield.
En el sector turístico, sobresalen las compras de la estadounidense Newmarket y la alemana i:Fao por parte de Amadeus, mientras que la cadena hotelera RIU adquirió un resort en la Isla de Guadalupe (México) por 32 millones de euros.
Santander ha adquirido la filial sueca de financiación al consumo de GE Capital y la canadiense Carfinco, por más de 900 millones de euros, mientras que Popular ha invertido en México y BBVA y Sabadell lo han hecho en EEUU.
Por su parte, Mapfre ha desembolsado 550 millones para crecer en seguros de automóviles en Italia y Alemania.
Pese al renacimiento de este tipo de transacciones, el valor total de las compras en el exterior de 2014 todavía no alcanza los niveles de 2004-2007, cuando Santander, Ferrovial, Telefónica e Iberdrola lanzaron Ofertas Públicas de Adquisición (OPAs) multimillonarias sobre las firmas británicas Abbey National, BAA, O2 y Scottish Power, respectivamente.
Ahora, la tercera fase de este proceso de internacionalización parece destinada a complementar los activos en estas regiones, más que a la búsqueda de nuevas fronteras, salvo la aventura australiana de Ferrovial.
Como en las primeras fases del desembarco internacional, los gigantes del Ibex podrían arrastrar detrás un gran número de empresas medianas españolas en busca de nuevos mercados. El mercado prevé, además, que el ritmo de operaciones corporativas de las multinacionales españolas en el exterior se mantenga durante el final de 2014 y en 2015.
No obstante, no deja de sorprender que los sectores «más beneficiados» de la economía española (bancos y empresas energéticas) dispongan de recursos suficientes para invertir en otros países, mientras que el resto de la economía española se desangra o es vendida a fondos buitre extranjeros.
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Autor del post
Jorge Hernández Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Murcia. Es responsable de Planificación Financiera y Reporting en el Grupo Digitex. Anteriormente, trabajó como Analista Financiero en el área de Valoración y Business Modelling de Deloitte.
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