Fecha de publicación: 19/11/2015
Los economistas han generado ideas y políticas que han servido de base para el auge y bienestar de las economías hasta nuestros días. No es ningún secreto que se levantan crecientes voces críticas sobre nuestras actuaciones y recomendaciones más recientes.
Más allá de los factores que definen la crisis actual, la economía digital lo está cambiado todo. No sólo afecta a sectores específicos, sino que conforme la sociedad digital gana peso y madurez, sus disrupciones ganan entidad y relevancia. Comercio y marketing digital, desintermediación, sistema financiero, formación de precios y globalización -sin control global- conforman un conjunto de disrupciones capaces de alterar los propios fundamentos de la economía vigente en nuestros días. ¿Estamos los economistas prestando suficiente atención a estos temas? ¿Lo estamos haciendo con la óptica correcta? Con motivo del 30º Aniversario de las Jornadas de Alicante sobre Economía Española se me encargó que hiciera un ejercicio de prospectiva. ¿En qué cuestiones deberíamos poner foco los economistas en los próximos años? Acepté (aun sabiendo lo arriesgado del ejercicio) en función de que quizás sea de los pocos economistas que lleve 20 años volcado en proyectos digitales y estar menos «contaminado» en los sanedrines del análisis económico convencional. Me concentraré en lo siguientes 13 puntos:
1. Big Data
El Big Data entendido como la recolección, almacenamiento, búsqueda, análisis y visualización de datos masivos y, especialmente, la creación de modelos predictivos, está arrasando en las empresas e instituciones de medio mundo. Se enmarca en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación y pone énfasis en facilitar la toma de decisiones. Es una herramienta que está tomando una enorme entidad y no somos los economistas quienes están llevando a cabo esta «revolución» predictiva. Los informáticos construyen sencillos cuadros de mando destinados a facilitar las decisiones en Bolsa, nuevos mercados de bienes y servicios, nuevos productos, usuarios… Cubren una gran diversidad, tanto a la hora de abarcar un amplio origen de los datos (desde la sensorización, IoT -Internet de las Cosas-) hasta la gigantesca «conversacion social» de la web social. Sus clientes aparte de grandes empresas e instituciones económicas cubren numerosos ámbitos como por ejemplo la educación, enseñanza universitaria, MOOCs… Todo esto definido con pragmatismo, capacidad de predecir de forma efectiva, operatividad… Los economistas seguimos anclados en la filosofía / metodología de los modelos econométricos y estamos inmersos en considerar el Big data como una “confrontación entre los resultados estadísticos realizados sobre la totalidad de la información frente a los obtenidos de las herramientas de simulación”, estadística básica, para complementar la «increíble robustez matemática de modelos econométricos” (1). El Big Data ajeno a la teorización, exige plantearse las preguntas correctas, o idóneas… Los economistas seguimos especulando con supuestos en muchas ocasiones muy lejanos de la realidad. Cabe la siguiente pregunta: ¿Es el big data una disrupción en sí misma que pondrá en crisis a los propios economistas, sus herramientas econométricas y sus capacidades predictivas? Es algo que es necesario plantear.
2. Grandes empresas tecnológicas y la «nueva» economía
Los economistas que todavía infravaloran a la economía digital deberían preguntarse cómo Facebook -una startup de un joven que se divertía creando una red social- es hoy una compañía cuyo valor en Bolsa supera a General Electric o dicho en lenguaje ibérico, supera al valor conjunto de Inditex, Telefónica, Santander y BBVA. Las grandes empresas tecnológicas como Google, Apple, Facebook, Microsoft, Amazon desplazan a las empresas líderes de los sectores de referencia en banca, automóvil, constructoras, acero, petróleo… como empresas líderes de referencia en las principales macromagnitudes. Y son una avanzadilla de otras muchas. Estas grandes empresas tecnológicas con estructuras monopolistas globales constituyen en sí mismas una base para transformar disruptivamente muchos de los sectores tradicionales de la economía. Pueden generar impactos muy diversos (pagos móviles, publicidad, servicios, comercio electrónico, transportes.. ) que cambien de forma relevante el status quo empresarial, sectorial, geográfico… El caso de Apple Pay es ya una realidad (que mencionaré más adelante). Las grandes empresas tecnológicas han comprendido que la revolución económica tiene lugar en la pequeña pantalla de un teléfono móvil. Aquí mi pregunta sería: ¿Están prestando suficiente atención los analistas económicos a la capacidad de disrupción de estas grandes empresas tecnológicas en sectores claves tradicionales de sus respectivos países?
3. Formación de precios
Los economistas deberíamos revisar o enriquecer nuestros modelos. El paradigma de la formación de precios en todas sus versiones quedará marcado tanto por la sofisticación del big data como del marketing digital, las técnicas del «user experience» y otras sofisticadas herramientas como la inteligencia artificial retroalimentada. La fascinación de cómo las compañías aéreas, los hoteles, etc ajustan los precios de cada producto en tiempo real es un anticipo de lo que está por venir. La inteligencia artificial, el big data operan ya en mercados de valores con fundamentos de precios que se diferirían de los fundamentos teóricos o de las capacidades predictivas de los modelos econométricos convencionales. La metodología del user experience, la personalización, o singularización de ofertas y de precios conforman una riqueza y complejidad de los sistemas que la teoría económica está ignorando o no contemplando suficientemente. Se me antoja que en nuestros manuales seguimos explicando modelos que no se corresponden con una realidad que se abre paso aceleradamente. Y ya no sólo en los vuelos baratos y todo tipo de transporte (Cabify, UBER…) o apartamentos, hoteles, alojamientos (Airbnb, Booking…) sino de forma creciente se introduce en múltiples productos y mercados. Ahí va la pregunta: ¿En qué medida la inteligencia artificial, los datos masivos, la personalización de la oferta, la desintermediación (por ejemplo) están haciendo obsoletos conceptos y planteamientos teóricos que explicamos actualmente en nuestras clases?
4. Usuarios 2.0, nativos, millennials (o ¿por quién doblan las campanas?)
No voy a sugerir una intromisión sociológica en el análisis económico, aunque dicho sea de pasada no estaría demás. Hay un cambio generacional tópico y no bien comprendido que tiene implicaciones importantes en las disrupciones y los grandes cambios sectoriales y estructurales de nuestra economía. La banca, la prensa, los taxis, o las universidades se ven obligadas a introducir cambios no por su visión o estrategia sino por la imposición de nuevos usuarios, imposición de una demanda digital 2.0. Al respecto, las estrategias de producto de las empresas tecnológicas y su big data son infinitamente más ricas que las de las empresas de los propios sectores afectados. Estamos presenciando en sectores muy relevantes que, las empresas tradicionales al margen de la cultura digital, no llegan a percibir a tiempo la entidad de estas disrupciones o las soluciones y estrategias correctas. La pregunta: ¿En qué medida las empresas y sectores tradicionales son capaces de diseñar una innovación de oferta que viene inducida por cambios estructurales de demanda muy rápidos y de una enorme entidad?
5. Banca digital / pagos digitales: disrupción relevante a la vista
Se suele citar a la música o la industria editorial como sectores afectados por las TICs o la economía digital. Los grandes bancos ya han tomado conciencia de que están en el centro de un nuevo huracán disruptivo. El Presidente de uno de los grandes bancos españoles, el BBVA lo viene manifestando de forma reiterada y sin miramientos (2). Es además una percepción cada vez más generalizada dentro de la propia banca (3). En esa línea merece citar a Michael Corbat, CEO Citi “We see ourselves as a technology company with a banking license”. La tecnología está afectando cada vez más a una banca tradicional anclada en la operativa convencional y cuya «digitalización» podría ser insuficiente para afrontar cambios imprescindibles.. La banca es un buen ejemplo de cómo la acción de las grandes empresas tecnológicas puede tener un gran impacto disruptivo. Los intentos de Google Wallet y la estrategia de Apple Pay, o los indicios de incursiones de Facebook, son una muestra de la beligerancia que puede darse en el sector. En concreto Apple Pay (ver algunos articulos relacionados con apple pay) es un ejercicio de inteligencia de una gran empresa tecnológica, frente al fracaso de ISIS (intento de dar una respuesta tecnológica en Estados Unidos para pagos móviles por parte de la banca, operadores móviles y tarjetas de crédito). Y en este entorno la banca tradicional se ve desbordada para asimilar la profusión de fintech, el fenómeno de bitcoin, la biometria, o la user experience de la banca digital en el móvil. La adquisición de algunas «fintech» por la banca tradicional es a todas luces insuficiente. La pregunta: ¿Qué efectos tiene en nuestras economías (no sólo en los bancos) una disrupción global en la banca a partir de la banca móvil y de los fundamentos de la nueva economía que se abre paso?
6. Criptomonedas: Bitcoin y blockchain ¿un Premio Nobel anónimo?
Un elemento más a sumar a lo anterior. Podríamos entrar en una disrupción interesante (al menos desde el punto teórico) que nos introduciría un nuevo sistema financiero digital. El nacimiento de Bitcoin ha sido todo un acontecimiento tecnológico. Su tecnología de base blockchain una revolución. La mayor parte de los bancos han pasado del escepticismo al concienzudo estudio de bitcoin y la valoración e inversión en tecnología blockchain. En países como Argentina o Grecia, el mercado se ha abierto paso a través de bitcoin. Y Apple ha asumido el prototipo de seguridad de blockchain en Apple Pay. Quizás a los economistas más ortodoxos les extrañe que Satoshi Nakamoto, el creador anónimo de bitcoin, haya sido nominado para el Premio Nobel de Economía. El profesor de UCLA, experto en economía financiera Bhagwan Chowdhry, en un artículo en The Huffington Post anunció hace unas semanas que utilizaría su pertenencia al Comité de nominaciones para proponer para el Premio Nobel a Satoshi por la creación de bitcoin. No le faltan argumentos. Pese a algunas limitaciones técnicas, bitcoin nos ha planteado las enormes ventajas de las criptomonedas y unas necesidades de regulación (o no) que sobrepasan ampliamente los límites en los que nos movemos en la actualidad. Recomiendo: Bitcoin: ¿Europa se equivoca otra vez? Pregunta: ¿Debemos revisar el concepto de dinero y de sistema financiero actual a la luz de las criptomonedas?
7. Sectores de futuro y la economía del cambio (¿o disrupción continua?)
Con la economía del conocimiento e Internet hemos entrado en una escala de innovaciones sin precedentes. La economía digital proyectará gigantescos cambios a través del Internet de las Cosas o la computación cuántica, la industria 4.0, etc. Pese a la conocida entidad de los sectores mencionados su capacidad de convulsión sería ínfima comparada con una revolución nanotecnológica molecular avanzada. Frente a una economía supuestamente en equilibrio o bajo moderados desequilibrios hay que sugerir el estudio de unas nuevas bases que nos ayuden a interpretar una economía en cambio continuo, con disrupciones y convulsiones que tienden a ser más frecuentes y escasamente previsibles a la hora de cuantificar sus efectos potenciales. No es nada descabellado fomentar interpretaciones que nos aproximen al concepto de disrupción y de la capacidad de las economías de «reinventar» su base económica… con nuevos sectores y empresas. Sin recurrir a la nanotecnología, sectores como la Impresión 3D, la biotecnología, el ADN, el IoT, etc.; conforman, entre otros, una base de impactos económicos extraordinariamente relevantes.
8. Los ecosistemas de innovación: Europa vs Silicon Valley y Asia
Los ecosistemas de innovación que están apareciendo en el mundo son pequeños espacios que nos adelantan algunos de los fundamentos que los economistas necesitamos para «innovar» nuestro armazón teórico. No descubro nada si indico que Europa con respecto a la economía digital está quedándose retrasada respecto a Estados Unidos o Asia. Silicon Valley es el referente mundial de los ecosistemas de innovación y nos muestra con claridad los elementos básicos del ecosistema: universidades competitivas en investigación y formación, ligadas a sectores de futuro, atracción y retención de talento profesional, cultura emprendedora emprendedores en sectores de futuro, networking – redes profesionales – hibridación de saberes… Hay implícita una estrategia de políticas económicas potenciales en los ecosistemas de innovación. India, Japón y otros países asiáticos han visto con pragmatismo estos ecosistemas mientras en Europa hemos caído en la una cruzada regulacionista para salvarnos de los males de Google, Microsoft, y otras grandes empresas tecnológicas. No tenemos ninguna empresa entre las 200 top tecnológicas del mundo. El debate no se agota con el consabido tema de «lo irreproducible o no del Silicon Valley» sino de las condiciones que permiten el desarrollo de empresas de futuro (ver el Silicon Valley 26 años después). Preguntas: ¿Qué estamos haciendo mal Europa? Exige de una respuesta integrada en economía, regulación y otras coordenadas disciplinares ¿Deberíamos los economistas profundizar mucho más sobre lo que ocurre en un ecosistema de innovación y las políticas económicas implícitas?
9. Digitalización vs Emprendimiento digital
Sin duda es muy beneficioso que una economía tradicional se digitalice. El concepto económico de digitalización es aún impreciso. Intuitivamente podemos aproximarnos a través de la introducción de las TICs en todos los sectores, empresas, ciudades, administraciones con el objetivo de incrementar eficiencia y competitividad. En esencia los economistas lo ven como un caso más de introducción de tecnología en el sistema productivo. Pero nunca antes históricamente la tecnología había alterado los propios fundamentos del sistema: el dinero, la banca, el comercio electrónico, la formación de precios… La pregunta aquí es previa e importante: ¿Es suficiente una estrategia que ponga foco en la digitalización de la economía tradicional? Las disrupciones continuas que están sufriendo los sectores tradicionales nos indica claramente que no. En mi opinión más o tan importante como la digitalización es la creación de un sector TIC relevante propiamente dicho. Con 500 millones de hispanohablantes, España debería ser una potencia mundial en economía digital, productora de inputs tecnológicos para los sectores productivos. Por no explotar hemos dejado oportunidades como la de liderar mundialmente la comercialización turística online, por ejemplo. De no crear un sector digital fuerte seremos una economía dependiente y volveremos a repetir, una vez más, el viejo esquema de la construcción del ferrocarril en España en el siglo XIX. Esperar la creación de un mercado único digital europeo como una panacea sería un error, cuando hemos sido incapaces de aprovechar el potencial del mercado lingüístico. Un país como España necesita tener una política y estrategia de desarrollo digital correcta y proactiva. Muy estrechamente relacionado España necesita una nueva generación de emprendedores digitales que desarrollen startups con lean canvas y user experience, dejando a un lado los planes de negocio convencionales. En definitiva, nuevos perfiles de negocios para la nueva economía; no se necesitan tanto mentalidades «MBAs» como creadores de startups. Este tipo de emprendimiento no se desarrolla por generación espontánea, requiere de ecosistemas de innovación y de otras acciones como la competitividad de la educación que vemos a continuación en el siguiente punto. Preguntas: ¿Con cambios tan disruptivos y relevantes tiene la economía que refugiarse en el estricto ámbito de la política monetaria y/o fiscal? ¿Sigue siendo cierto que la mejor política industrial es la que no existe?
10. Educación digital: atracción y retención de talento
Probablemente nunca las políticas e inversiones educativas han sido tan importantes a la hora de establecer ventajas comparativas para el desarrollo de la economía digital y de los sectores de futuro. La educación debería ser pieza fundamental de las políticas económicas de un país de nuestro tiempo. Urgen reformas educativas. La fuerte innovación y desarrollo de la economía digital están generando una gran cantidad de empleos que quedan vacantes, mientras que el sistema educativo mantiene bastantes títulos ligados al paro y subempleo. Los grandes cambios que experimentan las economías de nuestro tiempo no tienen una respuesta 100% eficiente de nuestros sistemas educativos. Hay una demanda intensiva de «digital skills» que no sólo no se oferta en tiempo y forma, sino que, además, las empresas «analógicas» no tienen conciencia de la potencialidad de su contratación en términos de incrementos de productividad y competitividad. La información que emiten tanto la oferta (universidades) como la demanda (empresas tradicionales) queda desbordada por la propia celeridad y entidad del desarrollo de la innovación digital y tecnológica en general. No solo eso, como he dicho anteriormente, el emprendimiento actual está basado en el conocimiento, y en la innovación tecnológica. El perfil del empresario ha cambiado ya no es simplemente alguien que sin cualificación no tiene aversión al riesgo. Las universidades de nuestro tiempo deberían formar emprendedores, emprendedores digitales y del conocimiento en el sentido que Drucker sugería ya hace medio siglo. El propio sector de la educación superior está sometido a disrupciones y cambios importantes. La economía digital puede impactar de lleno en las universidades a través de los Cursos Masivos, Abiertos y Online (MOOCs). No sólo hay que invertir en educación sino hacerla socialmente relevante, competitiva y eficiente. De lo contrario en pocos años podríamos tener un sistema universitario obsoleto (ver universidades del futuro). Una vertiente más de las políticas sectoriales inexistentes. Aquí, más que pregunta hay afirmación: Una necesidad urgente de cuantificar el coste de oportunidad real de políticas educativas ineficientes que no toman en consideración los factores que he apuntado.
11. Marketing digital vs comercio electrónico
El binomio marketing digital y comercio electrónico (puede aderezarse con entregas a través de drones y otras innovaciones futuristas) es de un enorme potencial disruptivo. Su desarrollo dependerá más de quien comprenda mejor cómo un usuario interactúa con la pantalla de su móvil que el que conozca de banca, transporte, hospedaje o distribución alimentaria, moda u otra actividad. ¿Se acuerdan de la vitalidad del marketing y la publicidad tradicional? Los servicios tradicionales abrazaron la digitalización en procesos de innovación al uso. El potencial del marketing digital ha puesto en crisis la publicidad tradicional. Google y Facebook, las fórmulas del content marketing, los leads, no son sino la avanzadilla de una compleja industria digital publicitaria en sí misma muy disruptiva en su propio ámbito. En gran medida esta industria publicitaria digital está ya madura y obsoleta, pendiente de los bloqueadores de anuncios digitales. El alcance global del comercio electrónico y su vinculación con un marketing digital sofisticado más avanzado puede alterar la comercialización y distribución de muchos productos y servicios tal como los conocemos hoy. Al respecto, por ejemplo un país como el Reino Unido triplica los volúmenes de comercio electrónico respecto a la mayor parte de los países europeos, todavía subyugados a agencias de publicidad tradicionales y dónde menos de la cuarta parte de las empresas están en condiciones de desarrollar sus potencialidades de e-commerce.
12. La Nueva Economía juega con nuevas reglas
Llegados aquí, parecería claro que la Nueva Economía (como llegó a llamarse acertadamente a finales de los noventa) en sus vertientes de formación de precios, usuarios 2.0, ecosistemas de innovación, banca móvil criptomonedas, emprendimiento digital, lean canvas, marketing digital, estrategias globales, eficiencia y competitividad de la educación, marcan un escenario diferente: se están cambiando algunas reglas importantes del sistema. Parecería evidente identificar estas nuevas reglas y las políticas más eficaces ligadas a esta Nueva Economía. Nuestros modelos miden tendencias pasadas y algunos fundamentos deben revisarse ampliamente.
13. Los países menos avanzados y su salto tecnológico
Como reflexión general habría que indicar que el desarrollo de economía digital no entiende de etapas o pre-requisitos que han venido caracterizando históricamente el desarrollo económico convencional. Las dos potencias mundiales en banca móvil son Kenia e India, ambas con una muy baja bancarización histórica en sus respectivos territorios. La última, la India, ha desarrollado en Bangalore un ecosistema que algunos homologan en ciertos aspectos al Silicon Valley y en un país, ruralizado y todavía con una fuerte especialización primaria, que es el primer exportador de software del mundo. En Asia la economía digital está encontrando el caldo de cultivo que no se encuentra en Europa. Parecería como si tener desarrollada una economía analógica importante se convierte en una restricción para alcanzar una economía digital. Uno de los pocos casos que se salvan en Europa es Irlanda. Vía la disminución en los impuestos y algunas políticas educativas ha conseguido superar una reciente fuerte burbuja inmobiliaria y financiera ligada a la vieja economía. El país con la renta por habitante más baja de la Unión Europea a finales de los ochenta se sitúa a la cabeza. La economía digital está detrás de este milagro.
añado un último punto (5/1/2016):
14 . El desarrollo de la economía digital como objetivo.
Los economistas deberían tomar la bandera del desarrollo de la economía digital (aconsejo ir al enlace). Enfrascados en debates estériles como si la destrucción de empleos de la economía digital es superior a los empleos que genera, el desarrollo de la economía digital no es una opción, es meta obligada para cualquier país. La digitalización de los sectores tradicionales -correctamente planteada- es una vía obligada para incrementar la productividad y la competitividad de un país. También me he pronunciado por ventajas asociadas al desarrollo de la economía digital: 13 razones por las que la economía digital debería estar entre las prioridades políticas (aconsejo su lectura). Agradezco al equipo y miembros del Observatorio ADEI (Observatorio para el Análisis y el Desarrollo Económico de Internet) la oportunidad que me ha dado de reflexionar y pensar sobre estos temas. Presentación: Economía digital y prospectiva: lo que ocurrirá en los próximos 10 años
Vídeo recomendado: El nuevo mundo de la economía digital a propósito de la creación de un Laboratorio para el Internet de las Cosas (Andrés Pedreño)
Ver también: El reto de la digitalización de la economía española (I Congreso del Observatorio ADEI)Versión en inglés: Digital Economy: 13 Things That Economists Should Pay More Attention To
He disfrutado mucho leyendo el artículo. Soy un estudiante cubano que estudia en la Facultad de EConómicas en España, de verdad que me gustaría que los economistas prestaran atención a lo que usted comenta, pero no hay asignaturas que se ocupen de los temas que comenta. Salud2.
Los economistas ponemos todo nuestro empeño en analizar el pasado. Y hasta hace poco era una fórmula muy fructífera. Quizás esto sea parte del problema. Hay brillantes análisis históricos en economía sobre el cambio tecnológico, pero los antecedentes no arrojan luz suficiente sobre lo que ocurre con la economía digital y sus disrupciones actuales y futuras. Es por esto que sea aconsejable combinar el análisis histórico e intentos de hacer algo de prospectiva. Nuestros curricula universitarios deben enriquecerse con algo de hibridación multidisciplinar. Una excesiva especialización quizás no resuelva el problema.
Leo en economiadigital.es. IBM España busca a 20 especialistas en cloud computing, Dynamics de Microsoft, Analytics y Seguridad. Huawei quiere fichar ingenieros informáticos o de telecomunicaciones con más de ocho años de experiencia y dispuestos a viajar. La consultora francesa Alten, con 18.000 trabajadores en el mundo, necesita expertos en software para industrias aeronáutica y ferroviaria y Accenture ofrece contratos en Madrid a expertos en lenguajes nuevos de big data como Spark y Hadoop.
En total, 32 empresas tecnológicas multinacionales participaron en la Feria Europea del Empleo Digital, celebrada en la sede de Telefónica este viernes en Madrid, para conseguir empleados pero ninguna ha tenido éxito en fichar a todo el personal que necesitan"
De 900.000 puestos de trabajo vacantes en Europa un altísimo porcentaje están ligadas a la economía digital. En Estados Unidos y otros países se está enseñando a los niños a programar como algo que tiene que formar parte de la cultura educativa, profesional y hasta social de nuestro tiempo. La situación en España o en Europa es grave. Ni los sistemas educativos, ni las empresas tradicionales presionan para fomentar la formación digital. El resultado ya se deja apreciar en términos de retraso relativo. En todo Europa encontrar un programador disponible de ruby on rails es misión imposible. Un poco de pospectiva nos hubiera indicado la necesidad de formar especialistas en Big data, cloud computing, seguridad informática, ruby on rails, etc, y quizás desincentivar los estudios de algunas titulaciones en las que los excedentes, la diáspora juvenil, el paro o el subempleo es la tónica predominante. Es por lo que indicado que las políticas educativas deben adquirir un gran protagonismo en las políticas económicas. Los desajustes actuales en el mercado de trabajo no se solucionarán sólo con la política monetaria.Sin duda podrán paliar la tasa de desempleo, pero la transformación acelerada de una economía tradicional en una economía digital.
Soy economista e informático, aunque ejerzo de los segundo. El artículo es muy bueno. Los economistas reducen el tratamiento a hacer transfusiones de sangre al enfermo. Pero la política monetaria y todo el dinero del mundo en el sistema no son suficientes. No hay demanda de créditos. El enfermo, no necesita sangre, la economía tiene otros problemas que no se resuelven con transfusiones. El artículo identifica muy bien algunas de las medicinas, especialmente estoy de acuerdo con el tema de la educación. Saludos
Con anterioridad a la crisis los sistemas económicos eran muy previsibles y estables, burbujas aparte claro, el recurso a la liquidez del sistema era suficiente y quizás para aquellos países que saben explotar y liderar la economía digital sea suficiente.El artículo esta referido a la realidad de España y de Europa.
Enhorabuena por el 30º Aniversario de las Jornadas de Economía, es el único foro que se ha mantenido tanto tiempo activo, Y su artículo un revulsivo, los economistas hemos caído en un bucle.
Preguntas si los conceptos tradicionales de la teoría económica siguen en pie a la vista de los nuevos comportamientos, usos y hábitos de los consumidores, creo que en absoluto cambia nada respecto a conceptos tas básicos como la oferta y demanda y formación de precios. Simplemente ahora es más transparente e inmediata. Asimismo, todo lo relacionado con las propensiones marginales al consumo y al ahorro y las elasticidades e inelasticidades de demanda y oferta seguirán en plena vigencia pues están intrínsecamente unidas al comportamiento humano.
Seguro que futuros premios nobel serán aquellos que profundicen en estos conceptos básicos adaptados a la vida actual.
No soy especialista en teoría económica y es por lo que me he limitado a hacer unas preguntas ambiciosas sobre el tema a efectos de atraer la atención.
Coincido en que quizás sean futuros Premios Nobel aquellos que profundicen en la realidad actual. Y también que a nuestros alumnos quizás no le estamos dando herramientas idóneas para explicar la realidad actual. Aunque el tema exigiría muchos sesudos artículos me limitaría a sugerir algunas cuestiones que pueden ser relevantes, alguna de ellas fueron abordadas en la tesis doctoral que desarrolló el profesor Luis Moreno sobre la formación de precios en Internet en el "sector de vuelos baratos" y que tuve el privilegio de dirigirle conjuntamente con la prof. Ana Ramón (yo aprendí tanto o mas que él):
1. Parece evidente que la idea de equilibrio entre "oferta" y "demanda" podría ser sólida. Es algo tan asentado como la existencia de la ley de la gravedad para la física, o del número pi para las matemáticas. Pero sí ha ocurrido algo trascendental en su equilibrio (y por tanto en la formación de precios), relacionada con la velocidad de ajuste. Esto podría aplicarse y explicar el gran número de vacantes en el mercado de trabajo tecnológico y la irrelevancia de los precios para ajustar el mercado. No dejan de ser casos particulares que ya han sido objeto de atención en la abundante literatura existente.
2. El big, data, el marketing digital están incidiendo en cambios en los modelos tradicionales de precios. La fijación de precios por Iberia hace 10 años se parece fin poco a la formación interactiva de precios de Ryanair, Esasyjet o Vueling. No lo veo tanto una cuestión de transparencia: uno nunca sabe cuántos asientos reales le quedan a Ryanair por vender, ni habitaciones en Booking (eso de "tres asientos a este precio" podría ser puro marketing); pero la cosa cambia si pensamos en la capacidad de respuesta del usuario (que puede ver diferentes ofertas a la vez) y de la empresa (que puede actuar en tiempo real, incluso anticiparse, a la decisión del comprador).
3. En realidad y dadas las herramientas que tienen las empresas digitales o digitalizadas a su disposición tengo la duda de si están subastando cada unidad (un asiento, una habitación) con mecanismos interactivos donde la propia inteligencia artificial acaba finando en precio con retroalimentación. No se puja por el usuario, pero cada interacción de un usuario sobre la oferta en tiempo y lugar hace que el resto de la oferta se ajuste inmediatamente. Me explico un poco más. Hace unos pocos años Iberia o un hotel fijaban un precio fijo para el conjunto de habitaciones o asientos, que se publicitaba incluso en las puertas de las habitaciones variando a lo sumo por temporada. Cuando un usuario entra hoy en web de Ryanair y contrata a tres meses vista los precios son diferentes a lo largo de todo el tiempo, incluso al cabo de 5 minutos. Si la demanda se intensifica para la fecha en cuestión los precios variarán al alza, pero en cualquier caso, para atraer la demanda vía marketing digital algunas unidades se seguirán ofertando a precio bajo y ligándolas a otros servicios.
4. Sí hay inmediatez en otras vertientes. Cualquier información referente a la oferta complementaria o sustitutiva (atentados en el norte de África) tendrá una repercusión inmediata en el stock de habitaciones o de vuelos existente para ir a Canarias o resto de España. El modelo pueden tomar en consideración la captación en tiempo real de los precios de la competencia y los históricos locales, todo esto ello configurando que el marketing digital puede hacer interesante precios muy por debajo de coste.
(sigue en el siguiente comentario)
(continuación del anterior comentario)
5. Al final los ajustes de oferta y demanda están detrás de los que sucede, pero NUNCA antes se habían DADO TAL CANTIDAD DE INFORMACIÓN y unas HERRAMIENTAS TAN SOFISTICADAS para fijar, y ajustar el precio de cada unidad y a cada usuario en tiempo real y con inteligencia artificial retroalimentada. Las ofertas personalizadas alteran en la practica algo que teóricamente era imposible de llevar a cabo por parte de una empresa tradicional. Es posible por las pautas de navegación e historial del usuario ofrecerle un servicio a medida que lleve consigo un precio diferenciado individualmente, tanto por la procedencia de su IP geográfica como de su poder adquisitivo contrastado. Una segmentación sin precedentes. Esto es posible en Zara y en un producto financiero, un vuelo barato y un supermercado online.
6. A priori parecería que NO habría cambios en los conceptos de propensión al consumo/ahorro y elasticidades… La pregunta es si esos conceptos son RELEVANTES en los términos que los venimos definiendo a la hora de la definir la interacción del usuario actual. De hecho, la propensión al consumo ya se explicaba más desde el punto de vista psicológico que puramente economicista…
7. Sin duda el supuesto de gratuidad que hay en Internet no ha tiene una cabida clara en el análisis económico convencional. Por supuesto que ha habido siempre prestaciones sociales desinteresadas, a precio cero. El problema es cuando la gratuidad, las comunidades open source, el trabajo colaborativo, foman parte de la estrategia de negocio de las empresas digitales: atraer masivamente usuarios. potenciar su fidelización y a partir de ahí crear un modelo de negocio a priori desconocido.
8. Para terminar de configurar el escenario, Luis Moreno señalaba que: la ley de los rendimientos decrecientes, en la economía del conocimiento pasa a ser "de rendimientos crecientes". También ha habido cambios en la cadena de valor de las empresas, en la importancia del capital en las empresas, y todo lo relacionado con la globalización digital…
9. En otras palabras: las leyes básicas, más básicas, no cambian. Pero porque suponen el ABC del comportamiento entre personas desde hace siglos, pero la forma en la que nos relacionamos, el cómo ocurren los intercambios, y sobre todo la velocidad de acción-reacción (que se acelerará incluso más con el big data) no son cosas menores. Todo lo contrario. Y las herramientas disponibles para ajustar cada minuto el precio de un asiento, habitación o kilo de naranjas online, para cada persona también.
10. Desde esta perspectiva, los modelos de teoría económica que explicamos en clase, son quizás excesivamente simples, algunos modelos aplicados que son usuales pecan de ambiguos por que no comprendemos y sabemos a ciencia cierta los algoritmos que emplean las digitales empresas actuales en ofertas personalizadas y para cada producto o servicio en el tiempo. No hablemos del ceteris paribus… En definitiva al alumno actual no le damos herramientas para que enfoque o aprenda la realidad actual, sólo le damos un marco genérico, es como si le diéramos el volante del coche, sin ruedas o sin gasolina.
En cuanto a la banca/servicios financieros, un comentario. Es tan importante mantener la actividad del "business as usual" como el ir desarrollando en paralelo una nueva oferta o manera de atender a los clientes digitales nativos. Lo que puede ser un error es intentar cambiar el banco por dentro con innovaciones constantes que van surgiendo y que ello pueda afectar al día a día. Es como cambiar las ruedas de un coche mientras camina. Hay algún Banco grande en nuestro país que apuesta fuertemente por esto y tiene al banco por dentro bastante revolucionado y le está afectando a su negocio actual. En mi opinión el éxito se basa en acompasar eficazmente las velocidades de implementación del cambio de procesos y de introducción de innovaciones digitales, y evidentemente todo ello va de transformar las instituciones financieras en “client centric”, lo cual es una labor de varios años.
Lo que planteas es el gran debate sobre si procede o no a la "auto-canibalización" del modelo de negocio actual de una empresa a efectos de asegurar su liderazgo en un hipotético negocio que se da a escala digital y es disruptivo y sustitutivo del actual. Hay que admitir que en principio el "business as usual" sería como la zona de confort de la gestión de una empresa y una posición "sábia y conservadora" de una gestación de beneficios actual y real. La apuesta digital es arriesgada, incierta e implica salir de la zona de confort. Al respecto podrían hacerse las siguientes consideraciones:
1. Los tiempos y la velocidad de los cambios dependen no sólo de las empresas del sector afectado. El escenario sería cómodo si, por ejemplo, el ritmo dependiera únicamente de los procesos de digitalización de los bancos, en el sector del que hablamos; en ese caso la "posición conservadora" sería correcta..
2. El problema ocurre cuando existen propuestas potencialmente disruptivas desde abajo de bajo coste y bajas barreras de entrada (por ejemplo tipo "fintech") o grandes empresas tecnológicas que dominan como nadie el entorno en el que se juega el "partido" (ejemplo: una pantalla del móvil y un teléfono inteligente).
3. En ese entorno el ritmo de cambio PUEDE SER MUY RÁPIDO Y DISRUPTIVO y no dar señales suficientes a las empreesa tradicionales. Ningún periódico o grupo editorial supo apreciar que una startup llamada Google que tomaba la forma de "buscador" iba plantear una publicidad infinitamente más competitiva que la que ofrecían sus soportes de papel o TV nacionales. Todavía hoy las TVs no ven la disrupción que plantean Youtube, los youtubers, Periscope, Vime, Istagram, etc. Incluso una empresa tecnológica como Google se han convertido en una empresa tradicional a efectos de la publicidad online comparada con otra startup llamada Facebook.que explota el componente social de la web,
4. La entidad y velocidad del cambio va a depender de la madurez digital de los usuarios y su masa cuantitativa. A los bancos, a igual que a la industria editorial, puede que no le de tiempo a reaccionar, ni tengan la capacidad de competir por carencia de suficiente músculo financiero (Apple vs Chease) y si además el partido se juega en otra cancha (el móvil) y han variado muchas reglas del juego.
5. Los bancos tendrían que mirar más a las fintech o las grandes empresas tecnológicas que a otras entidades financieras. El peligro para los taxistas no ha venido de ninguna compañía de taxis tradicional, ni para las pensiones u hostales de los hoteles de cadenas ya consolidadas sino de Airbnb.Y en ambos casos casi ha ocurrido en un abrir y cerrar de ojos. Si a millones de usuarios de todo el mundo les da por bajarse una App en su móvil y empiezan a utilizarla, el tema puede ir muy rápido.
(continua en el siguiente comentario)
(continua del anterior comentario)
6. Lo ocurrido en los pagos a través del teléfono móvil es muy significativo. Casi toda la banca norteamericana, las operadoras de telecomunicaciones y compañías de tarjetas de crédito plantearon una estrategia conjunta a través de un proyecto piloto en Salt Lake City. tecnología punta NFC, grandes operadores y todo el conocimiento del usuario de los pagos con tarjetas de plástico…No llegaron a ningún sitio. Apple Pay ha planteado en tiempo y forma el tema de los pagos móviles de manera distinta. Fundamentalmente ha partido de su conocimiento y experiencia de usuario (Passbook). Pero también su conocimiento de la tecnología, incluida la externa: su adaptación de la tecnología blockchain (bitcoin) a la seguridad, por ejemplo ha resuelto problemas muy relevantes de autentificación y seguridad.
7. Ahora imaginemos que en 2-3-5 años Apple Pay está consolidado y es líder en la mayor parte de los países, la pregunta es ¿qué barreras relevantes tiene Apple a la hora de crear una banca digital a nivel global? ¿la regulación? ¿puede comprar bancos? Y lo más importante. Una vez creado un banco digital con una gran experiencia para el usuario digital ¿las oficinas bancarias y otros costes fijos históricos son relevantes para ser competitivo a nivel global? ¿Generan valor relevante al usuario 2.0 muy mayoritario en una población cada vez más digital?
8. Quizás sea relevante analizar a fondo lo que ha sucedido en la industria editorial, el transporte, el hospedaje.. o lo que puede ocurrir en la educación..
Un asunto que quizás solo mencionas de pasada es la desafortunada divergencia de velocidad entre la innovación y la regulación. En el ámbito financiero, la innovación va por delante claramente, y los reguladores no consiguen hacer un catch up. El gran peligro aquí es que se generen burbujas o situaciones no deseadas precisamente por ello. Me refiero a temas de blanqueo de dinero, al uso de la información que se tiene de los clientes/consumidores. Estuve hace un año y medio viendo en detalle todo lo de bitcoin, y sigue sin convencerme (ni gustarme).
Efectivamente lo he mencionado muy de pasada y es de una importancia vital, aunque en otras entradas lo que tratado con un poco más de detalle. En los temas digitales la regulación no sólo va por detrás sino que cuando se lleva a cabo perjudica más a las empresas locales que a las globales y al final se consigue muchas veces lo contrario de lo que se persigue. Bitcoin no deja de ser un fenómeno digital a estudiar dentro de los criptomonedas. El MIT y algunos Estados han hecho bien en "jugar" y experimentar, así como incluso establecer una regulación que no no conozco a fondo para evaluar si es acertada o no. Lo que parece fuera de toda duda es el potencial de la tecnología que subyace detrás de bitcoin, blockchain, objeto de inversiones y respaldo de numerosos bancos. Esta tecnología y sus potenciales desarrollos pueden ser la base de una innovación importante en los servicios financieros a los usuarios con garantías de seguridad, entre otras ventajas.
Vale todo esto esta muy bien pero ¿en que lugar l queda una poblacion envejecida que cada vez tiene menos habilidades tecnologicas?. Parece que la tecnología y economia solo se enfoca a jovenes altamente preparados
Creo que eso no debería ser así. La tecnología puede ser un enorme aliado para las personas mayores, tanto a la hora de explotar su experiencia, como de satisfacer su ocio. Cierto que puede haber un problema cultural, o una brecha digital generacional, pero nada que no fuera subsanable con atención o formación especializada. Un libro electrónico, la realidad aumentada o la sensorización e inteligencia de una vivienda, o de la propia ciudad pueden mejorar infinitamente la vida de las personas mayores. La comunicación digital, la creatividad, etc sobre la base de la experiencia es un activo extraordinario para los trabajadores más "adultos". Lo que es muy dañino es que un país propicie una cultura anti-digital propiciadora de un atrincheramiento analógico. Tengo 62 años de edad y compañeros de mi misma edad llevan 20 años negándose a hacer un pequeño esfuerzo para adentrarse en este mundo. Esto es lo que hay que cambiar,