Ruptura de negociaciones entre BA y Qantas

Las negociaciones para una fusión entre British Airways y Qantas por 6.400 millones de dólares han fracasado, poniendo fin a las esperanzas del director de BA, Willie Walsh, de lograr una aerolínea “verdaderamente global”.

BA y Qantas anunciaron el fin de las negociaciones mediante sendos comunicados conjuntos dirigidos a los mercados de valores de Londres y Australia, en los que se afirmaba que ambas partes habían sido incapaces de llegar a un acuerdo en cuestiones fundamentales.

«A pesar de los posibles beneficios a largo plazo para Qantas y BA, las aerolíneas no han logrado llegar a un acuerdo en los términos fundamentales para la fusión, en esta ocasión», señalaron.

El presidente de Qantas, Alan Joyce, había advertido la semana pasada que la fusión atravesaba “dificultades importantes” y saldría adelante únicamente si BA podía garantizar a Qantas importantes beneficios de costes e ingresos. También descartó una fusión a tres bandas con la aerolínea española Iberia, que ha estado manteniendo negociaciones paralelas con BA. Joyce señaló que BA debería elegir entre Qantas e Iberia puesto que «solo una de las dos transacciones podría tener lugar».

En la lista de posibles motivos de ruptura están la deuda pasiva en fondo de pensiones de BA, por valor de 1.700 millones de libras, en qué proporción serían propietarias de la nueva empresa conjunta ambas compañías y las malas perspectivas económicas.

BA y Qantas señalaron que continuarán colaborando a través de la alianza Oneworld y como socios de vuelos en código compartido en la ruta entre el Reino Unido y Australia.

Tras haber sido golpeado primero por los precios del petróleo y, posterirmente, por la profunda crisis económica, el sector de las aerolíneas está viviendo una oleada de nuevas consolidaciones para ahorrar costes.

En recientes acuerdos, Air France se ha unido con su rival holandés KLM, Delta Airlines se ha fusionado con Northwest en los eEUU y la alemana Lufthansa está en proceso de adquirir Austrian Airlines.

Fuente: The Guardian Business

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