A principios de octubre, El CEO de la aerolínea escandinava Norwegian Air Shuttle ASA, Bjørn Kjos, anunció en una entrevista que antes de 2017 ofrecería vuelos a Europa desde algunos aeropuertos estadounidenses por tan solo 69 dólares.
Para poder ofrecer estos precios, la aerolínea planea viajar desde aeropuertos estadounidenses más baratos que en la actualidad apenas tienen vuelos internacionales, como el del Condado de Westchester, en el Estado de Nueva York, o el aeropuerto internacional de Bradley, en Connecticut.
La mayor parte de las tarifas de ida y vuelta a noruega superan los 500 dólares debido a las elevadas tasas que cobran los aeropuertos más concurridos. Eligiendo aeropuertos más baratos, la compañía espera poder ofrecer vuelos de ida y vuelta a Noruega por cerca de 300 dólares.
Estos planes formarían parte de una estrategia más amplia de reducción de precios para hacerse con una parte del pastel de los vuelos transatlánticos dominados en la actualidad por las aerolíneas tradicionales.
Estas aerolíneas, como la Deutsche Lufthansa AG, ofrecen a los viajeros cientos de destinos haciendo trasbordo en aeropuertos con múltiples conexiones. Norwegian, en cambio, ofrecerá vuelos directos a ciudades más pequeñas con un levado número de viajeros que atraviesan el atlántico con bastante frecuencia, pudiendo mantener así unos precios más asequibles.
Los vuelos viajarían, por ejemplo, a la capital de Escocia, Edinburgo; a Birmingham, en el Reino Unido; o a Bergen, en Noruega.
Para poder poner en marcha sus planes, las autoridades estadounidenses tendrán que acceder a instalar estaciones de aduanas en los aeropuertos regionales de los Estados Unidos, con el fin de supervisar el tráfico internacional, pero Kjos confía en que no hay problema.
Norwegian no es la única aerolínea con la idea de ofrecer tarifas baratas para cruzar el Atlántico. Otras, como las islandesas Wow Air y Icelandair o la filial “low-cost” de Lufthansa, Eurowings, también compiten por ese mercado. Por ejemplo, Wow Air, ofreció recientemente tarifas de ida entre Boston y París por solo 99 dólares.
No obstante, Kjos restó importancia a la competencia de Eurowings, basándose en las características de sus aviones. Según él, la aerolínea no podrá competir en el mercado de los vuelos a bajo coste con sus Boeing 767, básicamente porque esos aviones de fuselaje ancho consumen mucho más combustible y tienen menos alcance que los aviones Boeing 787 Dreamliner de la flota de Norwegian.
Además, Norwegian ha encargado 100 aviones 737 MAX de Boeing y espera recibir cinco de ellos en 2017.
Por el momento, Norwegian planea poner en marcha vuelos desde Boston a toda una serie de ciudades europeas más pequeñas el año que viene, utilizando sus aviones Boeing 737-800; y ampliar sus servicios transatlánticos al año siguiente, cuando reciba los nuevos aviones 737 MAX.
El único inconveniente a sus planes es que la aerolínea quiere operar sus vuelos de largo recorrido con una filial con sede en Irlanda y para ello necesita la aprobación de las autoridades estadounidenses, algo que todavía no ha conseguido. Norwegian lleva cerca de dos años tratando de conseguir la aprobación del Departamento de Transporte de los Estados Unidos para poder establecer su unidad de vuelos de largo recorrido en Dublín, a pesar de la feroz oposición de otras aerolíneas y sindicatos que sostienen que eso abriría las puertas a unos estándares inferiores de regulación, normas de seguridad y espacio de trabajo.
Sin embargo, la aerolínea ha anunciado recientemente que acelerará su expansión trasatlántica independientemente de la decisión que tomen las autoridades estadounidenses.
Actualmente, Norwegian es la segunda aerolínea más grande de Escandinavia y la tercera de bajo coste de Europa, cuenta con alrededor de 4.500 empleados y opera 424 rutas a 130 destinos en Europa, Norte de África, Oriente Medio, Tailandia y Estados Unidos.
Sólo en 2014, volaron con esta aerolínea 24 millones de pasajeros y la compañía prevé un crecimiento de dos dígitos en los próximos años. Si las estimaciones se cumplen, la aerolínea podría tener incluso que alquilar algunos aviones a otras compañías.