Un poco de historia
El sector espacial tiene su origen en la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los famosos misiles teledirigidos V-1 y V-2 con los que Alemania asoló Londres causando miles de víctimas y grandes destrozos materiales en represalia por los bombardeos de ciudades alemanas por parte de los aliados.
Estos letales artefactos “V” (inicial de vergeltungswaffe, armas de represalia) fueron los primeros ingenios humanos que realizaron un vuelo suborbital, siendo los precursores de los posteriores satélites y cohetes lanzados al espacio que dieron lugar a la moderna disciplina de la astronáutica.
Los rusos tomaron ventaja inicial sobre los americanos en la carrera espacial al lograr poner en órbita el primer satélite artificial, el Sputnik I, en 1957, y un mes después, el Sputnik II, con la perrita Laika a bordo. A partir de ese momento, comenzaron a sucederse los lanzamientos de satélites por parte de ambos países y otros varios, muchos de ellos con animales a bordo.
El primer vuelo espacial tripulado fue el que realizó el ruso Yuri Gagarin el 12/04/61, dando una vuelta completa a la Tierra en apenas 2 horas.
En julio de 1958 se creó la NASA. El 20 de julio de 1969, los estadounidenses Aldrin y Armstrong llegaron a la Luna.
El sector espacial en la actualidad
El sector espacial, inicialmente ligado a la investigación científica con fines militares, es actualmente un nicho de alta tecnología que emplea directamente a casi un millón de personas, que mueve más de 250.000 M$ en el mundo y que concita el interés, tanto público como privado por su atractivo para crear empleo y riqueza como consecuencia del desarrollo tecnológico que requiere la exploración del espacio y por los efectos colaterales positivos que induce en múltiples sectores de actividad empresarial.
El ecosistema espacial es complejo. Incluye a las administraciones públicas – agencias espaciales, universidades y centros de I+D, defensa,.. – , industria de fabricación de cohetes, satélites, componentes y servicios comerciales de telecomunicaciones.
Las agencias nacionales desempeñan un papel fundamental para el desarrollo de la industria astronáutica. La NASA es la más conocida y la que maneja mayor presupuesto, que incluso se ha mantenido a pesar de la crisis. España pertenece a la Agencia Espacial Europea (ESA), junto a otros 22 países, desde 1975.
De los aspectos económicos y de la cadena de valor del negocio espacial nos ocuparemos en otro momento. Lo que es evidente es que explorar el universo es una fuente de innovaciones terrenales.
Innovaciones espaciales con toma de tierra
Las investigaciones espaciales han inducido multitud de aplicaciones innovadoras con impacto en nuestra vida cotidiana, en ámbitos tan diversos como pueden ser la medicina, el hogar inteligente, la TV por satélite, la purificación de aguas, la prevención de catástrofes naturales, la industria de la automoción o la alimentación.
La revista Spinoff se ocupa de difundir los resultados del Programa de Transferencia tecnológica de la NASA, que ha generado casi 2.000 aplicaciones “terrenales” desde su creación, beneficiando a muchas empresas, ya que la NASA no las comercializa directamente, y en última instancia contribuyendo a mejorar nuestra calidad de vida…a ras de suelo o a unos pocos kilómetros de altura, cuando usamos un avión de forma cada vez más segura.
Bajo el lema “Espacio es todo lo que ves”, la NASA permite visualizar de forma interactiva muchas de estas aplicaciones que inciden en nuestra vida cotidiana. Asimismo, una app hace posible el seguimiento de sus actividades en tiempo real.
En la Estación Espacial Internacional se realizan multitud de experimentos que supondrán avances en materia de salud o en la creación de nuevos materiales. En 2011 se transportó a la Estación el androide R2, desarrollado en colaboración con General Motors (GM) con objeto de que realizara tareas potencialmente peligrosas para el hombre. Ahora, GM utiliza este robot para mejorar la seguridad de sus coches. En 2013 fue enviado desde Japón el primer robot astronauta, fabricado por Toyota.
La labor educativa y formativa de la NASA, la creatividad, el liderazgo, la importancia del trabajo en equipo que destila su modo de trabajar y de generar innovaciones, … son aspectos a tratar con un poco más de detenimiento en un próximo post.