Zapatero: la herencia o la renovación

Tal como hemos quedado los fines de semana nos toca leer la prensa con nuestro Presidente virtual. Y lo cierto es que esta semana ha puesto de relieve debilidades que merecen nuestra atención. No sabemos lo que le habrán retransmitido los Reyes de su visita y almuerzo con los Bush en Estados Unidos. Por lo demás la semana política no ha podido ser más «gafe» para el Presidente Rodríguez Zapatero. Recordamos:

  • Carod Rovira «suelta» su vena radical y, en este caso no nacionalista sino chauvinista, y la emprende contra Madrid, ayudando al Congreso de los populares y a la Presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid. Hay quienes afirman que con este socio a Zapatero no le hace falta oposición.
  • El ministro Moratinos ha pasado de ser un activo para Oriente Próximo, a descentrar la política exterior con Iberoamérica poniendo en valor a personajes como Chávez. Todo esto en un contexto donde Bush juega claramente en Iberoamérica a través de la APEC.
  • El partido socialista también ha colaborado activamente esta semana dado que el pleno del Congreso de los Diputados no aprobó la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, debido a que, por ausencia de parlamentarios, no se alcanzó la mayoría absoluta de los votos que requiere una norma de carácter orgánico.
  • Y no hablemos de la contribución de de Rodríguez Ibarra en Televisión (Vera, diálogo con ETA, etc. etc.)

¿Qué está pasando? Pues algunos piensan que el Presidente se está encontrando con que ganó inesperadamente unas elecciones que la derecha estaba preparada para ganar, pero que hay que empezar a dudar sobre si el partido socialista lo estaba.

En algunos círculos no gubernamentales del partido socialista se cree que el equipo de gobierno de Zapatero no está respondiendo a las expectativas más allá de la labor de unos pocos ministros. Sostienen que temas como la polémica del valenciano -catalán han redimido los graves problemas del PP en la Comunidad Valenciana, por no hablar de la colaboración de Carod y los catalanes en el auge de Esperanza Aguirre o del propio Piqué.Habría una doble alternativa. La primera que Zapatero se deje llevar por las viejas glorias del partido. Pero lo que tenía un gran efecto en los ochenta (el miedo a la derecha que apovechaban los Guerra, Ibarra y compañía y las políticas de choque que este país necesitaba) tras ocho años de gobierno de los populares y una fuerte transformación de la sociedad española (con clases medias más acomodadas y conservadoras) ya no da los mismos resultados. La otra alternativa estaría en que Rodríguez Zapatero lleve a cabo un relevo generacional, lo cuál no quiere decir que se rodee de personas inexpertas en sus tareas de gobierno. Se trata de un relevo generacional en ideas, proyectos, altura de miras y en la concepción del papel de España en el mundo y un modelo interno que le de estabilidad y solidez al Estado, resolviendo problemas estructurales que aquejan la conviviencia y el dinamismo del país.En resumen, da la sensación de que la política española está en las mismas manos que hace una década. Pero España, tras ocho años de política conservadora, guste o no, está en otra esfera.

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  1. Anónimo 19 años ago

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