Después de disfrutar de nuestras vacaciones, relajarnos y olvidarnos de nuestras preocupaciones, toca volver al trabajo.
Para algunas personas, volver a la rutina del trabajo, de la escuela y a la vida cotidiana no resulta fácil. De hecho, cada vez son más las personas que a la vuelta de sus vacaciones acuden al médico por un cuadro de debilidad generalizada y astenia.
¿Existe realmente el síndrome postvacacional?
El síndrome post-vacacional puede ser identificado por:
- Falta de paciencia para el desarrollo de las actividades diarias.
- Trastorno del sueño que conduce a cansancio y a dificultad para permanecer despierto en ciertos momentos del día, particularmente después del almuerzo.
- Incluso puede estar acompañado por un decaimiento psicológico que puede provocar una depresión leve.
Este síndrome puede cursar con una intensidad muy variable y de diferentes formas, lo cual puede dificultar su detección y agravar el cuadro de decaimiento en algunas personas.
Estos síntomas pueden durar hasta unas semanas después de regresar al trabajo.
Parece que cuanto más tiempo duran la vacaciones, más intenso es el síndrome post-vacacional.
Por lo general se necesitan unos días para que este estado de ánimo desaparezca, aunque se dice que en algunos casos puede tardar hasta 1,5 veces el tiempo que han durado las vacaciones.
Algunos expertos aconsejan la práctica de ejercicio diario, sobre todo al aire libre, para reducir la melancolía que algunas personas sufren al final del verano.
Otra forma de evitarlo sería prevenir su aparición. A medida que se acerca el fin de las vacaciones, una vuelta progresiva a la rutina habitual puede favorecer que ese cambio no resulte tan dramático.
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