Una antigua técnica china podría mejorar la calidad de vida de las mujeres que reciben tratamiento para el cáncer de mama.
Investigadores del Centro para el Cáncer MD Anderson, de la Universidad de Texas en EE.UU., han encontrado que la práctica de Qigong (Chi Kung) está relacionada con una disminución del riesgo de depresión y una mayor calidad de vida en las mujeres que se someten a radioterapia como tratamiento para el cáncer de mama.
El Qigong es un método chino que combina movimientos suaves de cuerpo, concentración mental y respiración para aumentar la energía. Forma parte de la medicina tradicional china según la cual la enfermedad surge de un desequilibrio en el flujo de la energía vital en el hombre.
El nuevo estudio, publicado en la revista Cancer, incluyó a 96 mujeres chinas con cáncer de mama en estadios 1, 2 y 3. La mitad de las mujeres recibieron cinco clases de Qigong de 40 minutos de duración cada una, durante 5-6 semanas mientras estaban recibiendo radioterapia. La otra mitad de las mujeres formaron parte del grupo de control y sólo se sometieron a la atención estándar durante la terapia de radiación.
Se evaluaron los síntomas depresivos, fatiga, sueño y calidad de vida al inicio, durante y al final del estudio, y de uno a tres meses después de que el estudio hubiera terminado.
Los investigadores encontraron que las mujeres que habían practicado Qigong experimentaron una disminución en los síntomas depresivos, a diferencia de las mujeres del grupo control que no experimentaron ninguna reducción en los síntomas. Las mujeres con menos síntomas de depresión fueron las que experimentaron una mejor calidad de vida.
Además de para los enfermos de cáncer, la práctica de Qigong podría mejorar la salud cardíaca, ósea y el equilibrio.
Chen Z, Meng Z, Milbury K, Bei W, Zhang Y, Thornton B, y col. Cancer (2013). Online.
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