Las lesiones precancerosas y las primeras etapas del cáncer de mama se diagnostican después de una mamografía. Este método de detección puede dar lugar a falsos positivos, ya que la mamografía no puede determinar si las células precancerosas se acabarán convirtiendo en cáncer de mama.
Investigadores de la George Washington University han llevado a cabo un estudio para la detección precoz del cáncer de mama mediante el uso de microARN, que son secuencias de cadenas de ARN que regulan la expresión de genes.
Con este sistema, y mediante un simple análisis de sangre, los autores pretenden determinar con mayor precisión si una paciente tiene células que con el tiempo se convertirán en cáncer de mama.
El cáncer de mama generalmente se desarrolla en las células que rodean los conductos mamarios productores de leche. De alguna manera, ya sea a través de factores internos o ambientales, las células cambian gradualmente haciendo que un paciente desarrolle cáncer de mama.
Inicialmente, las células son normales y sólo se acumularán formando una hiperplasia.
Si las células continúan progresando, entonces se vuelven anormales y entrar en la etapa de hiperplasia ductal atípica (ADH). En esta etapa, las células son anormales al microscopio, pero no son células cancerosas.
Y si continúan progresando a la etapa de carcinoma ductal in situ (CDIS, el tipo más común de cáncer de mama no invasivo), las células se convierten en células cancerosas.
Desafortunadamente, las mujeres que son diagnosticadas con carcinoma ductal in situ tienen un riesgo más alto de desarrollar cáncer de mama invasivo y la cirugía, la radiación o la mastectomía para extirparlo se ha convertido en el tratamiento estándar.
No existe una forma comprobada que permita predecir si las mujeres diagnosticadas con carcinoma ductal in situ desarrollarán cáncer de mama invasivo o si no lo harán nunca.
Con el desarrollo de estos nuevos biomarcadores, los médicos podrán diferenciar entre pacientes cuyas células pueden llegar a desarrollar un cáncer de mama invasivo y las pacientes cuyas células no se convertiran en cáncer, lo que permitiría evitar el estrés de una cirugía, y/o quimioterapia y radioterapia.
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