Custodia compartida en mascotas

¿Quién se queda con el perro o el gato en un divorcio? Muchas veces se puede llegar a un acuerdo de quién se lo queda, o si se lo queda un tiempo uno y otro tiempo el otro, pero lo malo llega cuando las personas no se ponen de acuerdo… ¿Qué pasa entonces? ¿Se puede hacer algo?

Cada año se divorcian unas 160.000 parejas. Muchas de estas parejas tienen animales de compañía.

-En casi la mitad de los hogares españoles hay una mascota. Muchas personas los consideran sus propios hijos, hermanos, sus mejores amigos y sus compañeros irreemplazables… Hablo de sus mascotas. A veces es muy duro cuando ocurre una separación, sobre todo cuando hay hijos de por medio. Pero otro tema similar (aunque no tan severo, obviamente) es cuando tienen animales domésticos en común.

-Puede que en alguna ocasión hayamos oído que tal persona se ha llevado el gato o perro de su ex-pareja sin que esa persona estuviera de acuerdo. Trágicamente, en ocasiones sucede esto, más de lo que imaginamos.

¿Qué se puede hacer? ¿Realmente la ley actúa en estos casos? 

La jurisprudencia sobre casos de custodia de mascotas en caso de divorcio es muy escasa en España.

-Así aseguraba el abogado especializado en defensa de animales Daniel Dorado. Lo que complica la situación a la hora de encontrar una solución a la disputa marital por el perro/gato.

El código civil español considera las mascotas como «cosas»

-Así lo indica el artículo 333 del Código Civil. Consideran a los perros como »patrimonio» y objetos que se pueden apropiar. Tienen la naturaleza de bienes inmuebles.

-Pero un perro o gato no se puede partir en dos partes iguales y ser repartido. Entonces ahí es cuando aparece el problema.

-Muchos jueces se abstienen de resolver las disputas de animales domésticos entre personas en marco de divorcio. Pero sin embargo, sí hay otros jueces que han dictado sentencia sobre la custodia de mascotas.

Entonces… ¿Quién se lo queda? ¿Y por vía legal o de común acuerdo?

-Siempre intentaremos antes de nada llegar a un acuerdo amistoso con nuestra ex-pareja para ver quién se queda al perro o al gato, o si se llega al acuerdo de tenerlo X tiempo uno y X tiempo el otro. Así evitaremos quebraderos de cabeza, gastos costosos de juicio….etc.

-Si no se llega a ningún acuerdo: Entonces sí que habrá que ir a juicio. Pero como bien vimos arriba, las mascotas son consideradas bienes inmuebles, así que:

→ Si la mascota ya era propiedad de uno de los miembros de la pareja antes del matrimonio, en ese caso el otro miembro no tendrá ningún derecho de quedarse con el animal tras el divorcio o separación.

Custodia compartida

-La mejor opción para las dos partes si no hay acuerdo amistoso es la custodia compartida, así la mascota puede ser propiedad de ambos. Quedará establecido el régimen de visitas del animal y cómo se cuidará de él a partir de ahora. Por ejemplo: si uno de los dos puede dedicar más tiempo para atender a la mascota, esta podrá vivir en su casa y se le permitirá a la ex-pareja visitar al gato/perro y llevárselo durante períodos de tiempo especiales, como en vacaciones.

-Sin embargo, hay que tener en cuenta que en el caso de que sea un gato y si la custodia compartida implica el desplazamiento del animal de una vivienda a otra puede ser una fuente de estrés enorme para él, ya que los gatos son animales territoriales y son muy sensibles a los cambios de entorno.

Custodia única

-Otra manera de resolver la situación (aunque más complicada de sobrellevar para el otro) es que el perro/gato pase a ser propiedad de uno de los dos. En esta situación, la parte beneficiada tendrá que indemnizar a su ex-pareja por la pérdida de los derechos de custodia y disfrute del animal.

-No obstante, si el matrimonio se produjo en sociedad de separación de bienes, la custodia del animal recaerá en la persona que adquirió el animal, incluso si lo hizo durante el matrimonio. Para demostrarlo se tendrán que acreditar mediante documentos que indiquen que la mascota está a su nombre, con el recibo de la adopción del animal, factura de su compra, cartilla veterinaria a su nombre… etc.

Si hay niños en el divorcio

-Dicha sentencia puede variar si en el seno de la familia hay niños de por medio. La relación y amistad entre los niños y las mascotas suele ser muy fuerte y la ruptura puede llegar a ser traumática para ellos. De ese modo, es casi seguro que los niños no quieran separase de su mascota. Conviene que la mascota se quede con ellos. De hecho, la jurisprudencia recomienda no separar a los menores de sus mascotas en casos de divorcio o separación de los progenitores.

Casos de maltrato o abandono animal

-Lamentablemente, como consecuencia de separaciones y divorcios, puede existir la posibilidad de que el miembro de la pareja que se haya quedado con el animal lo abandone o lo maltrate como venganza. Si el otro miembro de la pareja llega a enterarse, está obligado a denunciarlo, ya que ésta es una acción ilegal y sancionable por vía económica (según la Ley 1/1990, de 1 de febrero, de Protección de los Animales Domésticos). Pero para que la denuncia progrese es necesario ratificarla, que no sea una denuncia anónima, y que se sepa a quién se debe sancionar.

-Para tenerlo claro existen dos maneras: Una forma es a través del microchip, ya que cuando se coloca se le asocia el nombre del dueño; y por otro lado, a través de la identificación del autor a partir de testigos, que pueden ser el propio cónyuge, familiares… y/o amigos de la ex-pareja.

Ay si pudiesen hablar… Podrían darnos su opinión y decirnos con quién prefieren quedarse… Y nos facilitarían mucho las cosas  🙂

¡Saludos amigos de los animales!

Fuentes: consumer.es, fundacion-affinity.org