Las hojas comienza a caer y las temperaturas a bajar, pero el otoño sigue siendo una época magnífica para estar embarazada.
Inconvenientes de un embarazo en otoño.
-
Puede que necesites comprar ropa de abrigo más grande.
El crecimiento de tu barriga, probablemente hará que tu abrigo de invierno habitual no sirva, así que planea comprar un abrigo con espacio para dos.
-
Vas a estar embarazada en plena temporada de resfriados y gripe.
El embarazo debilita el sistema inmunitario, lo que significa que serás más susceptible a contraer enfermedades. Asegúrate de preguntar a tu médico sobre la posibilidad de ponerte una vacuna contra la gripe.
Para evitar posibles contagios es importante prestar especial atención en el lavado de manos con agua y jabón (o con un gel antibacteriano) después de ir el baño o en cualquier momento que entran en contacto con superficies especialmente llenas de gérmenes como carros de la compra o los teclados de cajeros automáticos.
-
Serás más propensa a resbalarte y caerte.
Tu creciente barriga puede hacer que pierdas el equilibrio más fácilmente y ahora que comienza las primeras heladas, es más probable que te puedas resbalar y acabar cayendo.
Ventajas de un embarazo en otoño.
-
No vas a estar embarazada durante los meses más calurosos.
Cuando lleguen los meses de verano ya tendrás a tu nuevo bebé en tus brazos en lugar de en tu barriga.
-
No tendrás tanto frío cuando llegue el invierno.
Es posible que no necesites tus prendas de abrigo tan rápidamente este invierno. El cambio hormonal y el aumento de peso que se produce conforme avanza el embarazo, hace que muchas futuras mamás no tengan tanto frío.
-
Más descanso.
Si tienes hijos mayores, la vuelta al cole te permitirá centrarte un poco más en ti y en tu embarazo.