Alimentar a un bebé

Cómo alimentar a un bebéCuando empezamos a introducir sólidos en la dieta de un bebé, no todo tiene que ser puré o comida triturada. Al contrario, cada vez mayor número de expertos creen que la mejor forma de que un bebé desarrollo un buen paladar y no rechace alimentos sanos es dejar que coma de todo. Poca cantidad y cuidando el tipo de comida y el entorno porque tenderán a ensuciar el entorno mucho mas que si le damos su comida cucharadita por cucharadita, pero dejarle descubrir nuevas texturas y sabores por si mismo, en vez de mezclar todos los alimentos en purés haciendo que sea imposible reconocer el sabor individual de los ingredientes. A continuación publicamos una lista de trucos para lograr que su bebé coma de todo.
1. Destetarlos a los seis meses: según el Departamento de salud de la OMS, a los seis meses es la mejor edad para empezar a destetar al niño, ya que el intestino y el sistema inmunológico del bebé no están preparados para tomar alimentos de verdad hasta entonces. A esa edad ya pueden empezar a tomar vegetales al vapor (o ligeramente cocidos), y trocitos de pollo, fruta o queso.
2. Sentarlos en posición vertical para comer: la mayor preocupación de los padres es que el niño se atragante, pero si está erguido y nos aseguramos de que tiene el control de los alimentos (no ponerle comida en la boca, sino dejar que lo haga por sí solo), y siempre que los alimentos son blandos y en trozos pequeños, es poco probable que se atragante.
3. Ofrecer, en lugar de meter,la comida: los humanos estamos diseñados para regular la cantidad de alimento que necesitamos, y eso incluye a los bebés. En ocasiones comerán menos y otras veces comerán más. La norma de dejar el plato limpio con la que hemos crecido la mayoría está asociada con la sobrealimentación en adultos. Dejar que el bebé coma lo que quiera hará que aprenda a elegir los nutrientes que necesita y a escuchar a su cuerpo para saber cuando ha comido suficiente.
4. Comer con nuestros hijos: comer con gente les enseñará no solo a manejar la comida sino también a respetar los turnos de conversación y los modales a la mesa. Para ello hay que tratarlos con el mismo respeto que a cualquier otro invitado. Dales tenedor o cuchara, pero también permitir que coman con la mano, sobre todo cuando sean más pequeños.
5. Esperar desastres: los desastres son una parte inevitable, divertida e importantes del aprendizaje de un bebé a la hora de comer. Se recomienda utilizar manteles de plástico y sábanas bajo las tronas de niño.
6. No dejar que nos afecte emocionalmente: si nos afecta que el niño no coma lo que le hemos preparado, deberemos pensar por qué nos lo estamos tomando tan mal. El verdadero motivo podría ser la ansiedad producida por las dudas de si somos realmente unos buenos padres y eso es lo que deberemos resolver. Los bebés no aprovechan las comidas para jugar con nuestros sentimientos, aunque los adultos podemos interpretarlo como tal.
7. No cortar la comida en trozos muy pequeños: antes de dominar el movimiento-pinza con los dedos los bebés necesitas que los trozos sean suficientemente grandes como para poder cogerlos con el puño.
8. Convertir las comidas en diversión: al principio, cuando el bebé pasa de la leche materna a alimentos propiamente dichos, las comidas serán más diversión que comer. El bebé ya obtiene los nutrientes suficientes de la leche. La comida, en esta etapa, es más bien un ensayo para cuando tenga que comer de verdad. En lo que concierne al niño, la comida está allí para investigar, jugar y experimentar con ella. Y, por supuesto, también para saborearla.
9. No dar comida a los bebés cuando están hambrientos: en las primeras semanas, cuando empiezan a comer alimentos sólidos, ofrecer comida al niño cuando está hambriento está fuera de lugar y le resultará frustrante; es como ofrecer un juguete a un niño que tiene hambre. Es mejor darle primero un poco de leche y luego la comida para que puedan disfrutar jugando y experimentando con ella.
10. Controlar el lenguaje: gran parte del lenguaje que utilizamos con los niños y la comida no ayuda mucho. Hay que evitar las típicas frases como “ahí viene el tren” y fomentar que el bebé piense en la comida en sí como algo interesante y placentero. Tampoco se debe etiquetar a los bebés como buenos o malos comedores.
Consejos recogidos de The Guardian Lifestyle

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