Dormir bien es todo lo contrario que perder el tiempo.
Cuando dormimos 7 horas nuestras células se renuevan, el sistema inmunológico se regenera, se purifica la sangre, se activa el crecimiento muscular y la quema de grasa, se suavizan las arrugas y se estabiliza la psique. Dormir bien nos pone en buena forma y nos mantiene jóvenes.
Si constantemente dormimos mal, o no lo suficiente, aumenta el riesgo de sufrir diabetes, enfermedades cardiovasculares, infecciones, obesidad, estrés, depresión y envejecimiento prematuro.
Aquí tienes algunos consejos para no tener que contar más ovejas:
1. En primer lugar, crea tu pequeño paraíso para dormir. Una cama cómoda, aire fresco, nada de trastos y desorden en el dormitorio (la tabla de planchar y el montón de ropa para planchar a otro sitio), ninguna planta y, si es posible, ningún aparato eléctrico. En cuanto a los muebles y las paredes, deben prevalecer los tonos más bien suaves y fríos, pues tienen un efecto relajante.
2. Evita hacer deporte y tomar fruta rica en vitamina C por la noche. Ambas cosas activan la circulación y, en vez de ayudar a dormir, nos despiertan, incluso si nos sentimos cansados por el deporte. Así que, por la noche es mucho más aconsejable hacer un cómodo paseo.
3. En cuanto a tomar vino y cerveza, el efecto depende de la cantidad. Hasta 0,2 litros, es decir, un vaso, es positivo y ayuda a dormir mejor. Pero si bebemos más, la calidad del sueño empeora.
4. No dejes que te cuenten que no se deben tomar carbohidratos por la noche. Los estudios científicos demuestran que los carbohidratos complejos que contienen el pan, el arroz y la pasta (todo integral) contribuyen a conciliar mejor el sueño y a aumentar la calidad del mismo. Y un efecto similar tiene el antiguo truco de nuestras abuelas para dormir: la leche caliente con miel.
5. Si en lugar de comer papas en el sofá mientras vemos la tele antes de irnos a la cama, nos comemos unas nueces, nuestro cuerpo nos lo agradecerá produciendo la hormona del sueño llamada melatonina. Los científicos han averiguado que la concentración en la sangre de melatonina aumenta 3 veces al consumir nueces.
6. También las cerezas y las guindas son ricas en melatonina natural. Su zumo es capaz de mejorar la calidad del sueño considerablemente, ya que evita que nos despertemos cada dos por tres a lo largo de la noche.
7. Y si antes de caer dormido recuerdas algún momento bonito o piensas en cosas agradables, las sensaciones positivas asociadas a esos pensamientos te acompañarán mientras duermes.
En el libro LOS ELIXIRES MÁGICOS encontrarás muchos más consejos para dormir como un tronco.
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