Nos sentimos incómodos con la muerte. Cuando alguien muere de nuestro entorno no familiar o muy próximo (familiares de amigos, compañeros de trabajo, conocidos, etc.) Dar el pésame se convierte para muchos en algo incómodo cuanto menos y en muchos casos una pesadilla. ¿Cuáles son las razones?
No hemos asimilado culturalmente la muerte. Es vista por muchos de nosotros como algo muy trágico y poco asimilable mentalmente. Durante milenios las religiones han dado respuestas compasivas: «la existencia de vida después de la muerte». La extensión del ateísmo nos ha dejado sin un «protocolo»
Ante algo trágico, nos ponemos tan nerviosos que perdemos el sentido de la naturalidad. Queremos aparecer tristes o serios y muchas veces acabamos mostrando lo contrario.
Recurrimos entonces a frases ya hechas como el «te acompaño en el sentimiento», pero suenan como tópicos y carentes de autenticidad y sinceridad.
Sabemos que todos vamos a morir, pero nos comportamos como si la muerte no existiera. Queremos huir cuánto antes de un tanatorio, misa fúnebre, cementerio.. nos sentimos incómodos. Por supuesto, el humor está generalmente prohibido…
Puede haber hipocresía en torno a los funerales actuales. La tristeza y el dolor se mezcla con un acto social en el que se entrelazan ritos religiosos, pésames, entornos donde personas ligadas al fallecido hablan de sus cosas, la actitud familiar imprevisible… Hay funerales que son fiestas ( a veces por deseo del fallecido).
Hay personas que la muerte de su perro o incluso de su ordenador le produce más tristeza o dolor que la muerte de una persona. Y es que esto último nos supera mentalmente. Cuándo damos el pésame en realidad no sabemos que actitud espera esa persona de nosotros.
Lecturas relacionadas
- Frases para condolencias
- Frases de duelo
- Dedicatorias para difuntos
- Protoloco ceremonial (ver funeral)