La inteligencia de operación AOL- The Huffington Post

El mundo de Internet se está adentrando en una etapa realmente compleja. Llevo siguiéndolo a fondo más de 15 años y sin lugar estamos en la etapa más apasionante y difícil. Hace escasamente un quiquenio el impacto social y empresarial de las nuevas formas conocidas bajo Internet 2.0. era intuible pero casi imposible de determinar. Hoy asistimos a una convulsión progresiva donde determinados status quo están llamados a sufrir fuertes alteraciones.

Ayer se anunciaba una de las más interesantes operaciones que hasta la fecha se han llevado a cabo: la compra de The Huffington Post por parte de AOL por 230 millones de euros (7,42 €/usuario único mensual). El titular del diario El País es muy significativo: AOL agita el mapa de los medios con la compra del ‘Huffington Post’. En realidad, los medios de comunicación de todo el mundo han sido bastante miopes, pasivos y poco diligentes a la hora de ocupar un liderazgo natural que les correspondía por derechio propio de acuerdo con su posición estratégica y evolución natural en el desarrollo de todos los soportes mediáticos que han antecedido al fenómeno de Internet.

La operación AOL – The Huffington Post representa una bocanada de aire fresco y da pistas muy importantes. De entrada hay dos culturas muy interesantes que han entrado en contacto. Una, la de la experiencia del fracaso de AOL (su estrepitoso fiasco con Times Warner) y otra, la del arrollador éxito de un blog convertido en el tercer periódico online del mundo de la mano de una profana y outsider Arianna Huffington. La operación creo que tiene varios puntos importantes:

1. Un intento de abordar un proyecto de contenidos ambicioso y con entidad en un mundo en el que parecería que no hay vida más allá de una realidad tecnológica dominada por grandes gigantes a nivel mundial: Google, Facebook, Twitter, Apple… La apuesta confirma que los contenidos de calidad y eficientes (a bajo coste) todavía tienen algo que decir.

2. Una estrategia inteligente próxima al Internet real (los blogs, las redes sociales, la gratuidad…) y ajena a tentaciones estériles como la tendencia de medios de lanzar contenidos de pago a través de iPad de Apple u otras plataformas móviles (siguiendo ejemplos como el de News Corporation). O inversiones llamadas a ser poco productivas como la millonaria inversión de The New York Times, The Washington Post y USA Today en el agregador de noticias Ongo.

3. La nueva vía de AOL y The Huffington Post plasmada a través de The Huffington Post Media Group (uno de los puntos más interesantes de la operación) es clave: combinar contenido con experiencia social del usuario. Algo a lo que los grandes medios convencionales parecen haber renunciado. El dato clave aquí es que el «Internet moderno» del The Huffington Post orienta al «Internet convencional» de AOL… Se habla por primera vez de CONTENIDO INTELIGENTE. Me gusta este término: «Uniendo AOL y The Huffington Post, estamos creando uno de los mayores destinos en Internet para el contenido inteligente«. Arianna Huffington dixit.

4. Hacer contenido siendo eficientes en el coste. Esta es la clave de todas las claves. Me alegra que Arianna Huffington, que hace su blog-periódico desde su casa, lo haya citado expresamente en el momento de difundir la nueva alianza. Es en esta variable donde está la clave del éxito de los nuevos proyectos de contenidos que triunfan en el mundo. Es algo en lo que vengo insistiendo desde hace quince años, habiéndolo defendido incluso en plena eclosión de la burbuja tecnológica en España.

5. La completa certeza de que con el repunte económico en USA y Europa vendrá una nueva era para la publicidad online: la hegemonia absoluta de Internet sobre otros medios o plataformas y la necesidad de posicionarse estratégicamente en este mercado. Algo que Tim Amstrong, CEO de AOL ha destacado expresamente en esta operación.

Lo paradójico del caso es que AOL junto a Time Warner, en plena burbuja de las punto-com sufrió uno de los fracasos más estrepitosos en el mundo de Internet. Esta es su ventaja: aprender la dura lección del fracaso. Algo a lo que irremediablemente parecen abocados otras operaciones muy actuales. Así R. Murdoch ha invertido 22 millones de dólares en The Daily, diseñado exclusivamente para iPad. El coste de la operación no parece excesivo para el magnate. Pero lo que no se evalua en estos casos es el coste de oportunidad que representa trabajar en un dirección equivocada y darle a tus adversarios una oportunidad, especialmente a los que sí trabajan y toman posiciones en la dirección correcta.

Andrés Pedreño Muñoz

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One Response

  1. Juan de Elche 13 años ago

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