El secreto empresarial: concepto, tipos y protección

Por secreto empresarial se entiende aquel conjunto de conocimientos e información que no es accesible al público en general y que resultan fundamentales para: la fabricación y comercialización de productos; la prestación de servicios a la organización de la empresa; y que concede una ventaja competitiva a aquella persona que posea dicha información, evitando su divulgación y esforzándose en su conservación.

Para que una información sea considerada como secreto empresarial debe reunir los siguientes requisitos:

  • En primer lugar y obviamente que sea secreta, es decir, no conocida ni fácilmente accesible para las personas que normalmente se encuentran en el ámbito en el que se utiliza la información;
  • Sea información de interés relevante;
  • Que haya sido objeto de medidas razonables para mantenerla secreta, tomadas por la persona que legítimamente la controla.

Secreto empresarial

En consecuencia, para que pueda apreciarse la comisión de un acto de violación de secretos empresariales, no es preciso que se hayan explotado o divulgado efectivamente, sino que basta con el riesgo de que ello ocurra.

Existen dos tipos de secretos empresariales:

  • El secreto comercial: que es cualquier tipo de información que afecte a la vida y naturaleza de la empresa, teniendo valor para la misma, y que los competidores de ésta quisieran conocer; y
  • El secreto industrial: que es el conocimiento técnico sobre ideas, productos o procedimientos industriales que, por su valor competitivo para la empresa, el empresario quiere mantenerlos ocultos.

Se considera que se ha tenido acceso al secreto empresarial de manera ilegítima cuando se produce mediante espionaje, procedimiento análogo o inducción a la infracción contractual y con la intención de obtener provecho o perjudicar al titular del secreto empresarial.

Para proteger el secreto empresarial se pueden adoptar varias medidas tales como, entre otras:

  • Suscribir acuerdos de confidencialidad;
  • Identificación, clasificación y depósito en espacios físicos de accesos restringidos con medidas de seguridad;
  • Políticas de usuario;
  • Antivirus;
  • Establecimiento de medidas organizativas y de gestión para la identificación y control de la documentación.

La protección de los secretos empresariales tiene la ventaja de no estar sujeta a límites temporales, sino que continúan de manera indefinida siempre que el secreto no se revele en público, no entrañan costes de registro y tienen efecto inmediato.

En definitiva, el secreto empresarial es un recurso extraordinariamente valioso y posiblemente infrautilizado que puede revisarse e incorporarse eficazmente en la política empresarial, bajo una estrategia adecuada y un asesoramiento especializado.

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