EasyJet pide sustituir el impuesto por pasajeros por un impuesto por aviones según las emisiones de cada vuelo
Según un artículo publicado esta semana en The Guardian, los impuestos de aviación han salido a la palestra con propuestas para un sistema de tasas por vehículos en el que los aviones más contaminantes paguen un impuesto ecológico superior a sus homólogos con un consumo más eficaz de combustible.
La aerolínea de bajo coste easyJet ha hecho un llamamiento para la retirada del impuesto de pasajeros (air passenger duty) en favor de un plan que clasifique a los aviones según sus emisiones de dióxido de carbono y la longitud del viaje. Según esta propuesta, un vuelo de Londres a Roma en un avión nuevo tendría un impuesto menor que el mismo viaje en un modelo antiguo, independientemente del número de pasajeros que vayan a bordo.
Según Andy Harrison, presidente de easyJet: «El impuesto de pasajeros debe ser eliminado. Si se va a establecer un impuesto ecológico deberá ser uno inteligente». La propuesta de easyJet beneficiaría a las aerolíneas de bajo coste como ella, frente a las aerolíneas tradicionales, ya que las económicas cuentan con aviones más nuevos y realizan viajes más cortos. Virgin Atlantic rechazó la propuesta de easyJet, afirmando que el impuesto por pasajero era «el adecuado para los vuelos nacionales y de corto recorrido», dado que fomenta el que los viajeros busquen otros medios alternativos de viaje, como el tren.
La APD cobra 10 libras por cada vuelo de corto recorrido del Reino Unido al exterior y hasta 40 libras por un billete en clase turista para un viaje de largo recorrido. Según un portavoz del Ministerio de Hacienda, la inclusión del sector de las aerolíneas en el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE ha sido el mejor modo de combatir la contribución de la aviación al calentamiento global. «Mientras tanto, creemos que la APD debe desempeñar el papel de enviar avisos a los pasajeros acerca de las consecuencias medioambientales de sus actos», añadió el portavoz.
Fuente: The Guardian