Según este artículo de Newscientist, un nuevo escáner que proporciona imágenes más detalladas en 3D de los vasos sanguíneos deformados dentro de un tumor podría ayudar a los médicos a determinar, durante la cirugía, la frontera entre el tejido sano y el canceroso.
El escáner utiliza una novedosa técnica no invasiva de formación de imágenes llamada tomografía fotoacústica, que emplea una luz láser para «hacer vibrar» las células, de modo que éstas emitan una onda de ultrasonidos, que posteriormente se detecta y se utiliza para formar la imagen en 3D.
Existen escáneres que captan imágenes dirigiendo ondas de sonido de alta frecuencia hacia el cuerpo. Estas ondas reflejan cuándo cambia la densidad del tejido, por ejemplo, en la frontera entre el músculo y el hueso. A continuación, los «ecos» obtenidos se utilizan para crear una imagen. Estos escáneres son buenos captando imágenes de cambios de alto contraste, como las pruebas prenatales, pero tan solo ofrecen imágenes de bajo contraste del interior de un tumor, debido a que la densidad de los vasos sanguíneos es similar a la del tejido que los rodea.
Ahora, Paul Beard y sus colegas, del University College London, en el Reino Unido, han desarrollado un escáner de tomografía fotoacústica de alta resolución que resuelve el problema.
Este escáner dispara al tumor impulsos muy cortos de una luz láser inócua en el infrarrojo cercano. A medida que el tejido absorbe la luz, las células se calientan y se expanden ligeramente, creando una onda de ultrasonido que se puede detectar con un sensor.
La intensidad de la onda de ultrasonido depende de lo bien que absorba el tejido la radiación del infrarrojo cercano que, debido a que la hemoglobina es muy absorbente a estas longitudes de onda, produce imágenes de alto contraste de los vasos sanguíneos.
Para convertir el ultrasonido reflejado en una imagen de alta resolución en 3D, el equipo tuvo que crear también un nuevo sensor de ultrasonidos que consiste en una fina capa de un polímero entre dos capas reflectantes. Las capas externas solo reflejan algunas longitudes de onda de la luz y la luz láser utilizada para penetrar en el tejido de un paciente pasa a través de las tres capas. La señal acústica generada con el infrarrojo la recoge la capa de polímero.
Según Jeremy Skepper, fisiólogo de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, la capacidad de captar imágenes de los vasos sanguíneos a esta resolución resulta muy atractiva. «Es más barato y más portátil que otras soluciones», señala. «Constituye una potente herramienta adicional a las que ya tenemos».
Skepper ha sugerido también que los avances en tecnología de diodos láser podrían hacer el dispositivo aún más portátil en un futuro.