Los investigadores han demostrado el desarrollo de pequeñas células solares con un diámetro de a penas unas mil millonésimas partes de un metro que pueden autorepararse, ampliando así su vida útil. Las células utilizan las proteínas de la maquinaria de las plantas, convirtiendo la luz solar en electricidad.
Las células se unen entre sí a partir una mezcla de proteínas, tubos diminutos de carbono y otros materiales. El mecanismo de autoreparación descrito en la revista Nature Chemistry, podría dar lugar a unas células solares mucho más duraderas.
La destructiva mezcla de la luz solar y el oxígeno implica que muchas de las mejores células solares de los laboratorios no podrían sobrevivir al ponerlas en uso, explica Michael Strano, ingeniero químico del Instituto Tecnológico de Massachusetts que dirigió la investigación.
Ahora, en un intento de aumentar la vida útil de las células solares, el profesor Strano y sus colegas han hecho un uso novedoso del centro de reacción fotosintética, una de las partes de las plantas que la naturaleza ha desarrollado para la tarea.
El profesor Strano señaló que la eficiencia de las células con el nuevo diseño es sólo una pequeña fracción de la que ofrecen las mejores células solares actuales.
Y añadió que, aunque todavía es necesario realizar grandes mejoras en cuanto eficiencia a medida que se vaya refinando el experimento, la idea que subyace tras la investigación es lo importante para los futuros trabajos.
Fuente: BBC Technology