Comer yogur y arándanos puede ayudar a evitar la presión arterial alta.
Dos estudios presentados en la Reunión sobre Hipertensión de la Sociedad Americana del Corazón (American Heart Association) muestran que comer yogur y tomar zumo de arándanos protege frente a la hipertensión.
Al inicio del estudio, ninguno de los participantes tenían una presión arterial alta. El tamaño de la porción efectiva de yogur parece ser 170 gramos bajo en grasa cada tres días.
Es importante no aumentar el consumo de calorías si se añade el yogur a la dieta, ya que el aumento de peso puede contrarrestar los beneficios de comer yogur.
El otro estudio mostró que el consumo regular de zumo de arándanos tiene como resultado una disminución significativa de la presión arterial.
Después de ocho semanas, los investigadores hallaron que la presión arterial se redujo una media de tres puntos, es decir, de 121/73 mm Hg a 118/70 mmHg, en los sujetos que bebían zumo de arándanos, mientras que no se observaron cambios en la presión arterial de los que no bebieron zumo de arándanos pero si bebieron el placebo.
El yogur aporta calcio y el zumo de arándanos contiene antioxidantes, estos factores podrían ser los responsables de la protección frente a la hipertensión.
Dado los beneficios de estos alimentos, es importante añadirlos a la dieta pero sin aumentar el número total de calorías que se consume.
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