Decorar una casa en alquiler no es lo mismo a decorar una casa propia, ya que estamos limitados a la hora de realizar grandes cambios de diseño interior por si estos no son de agrado de los propietarios. Por otra parte, no tiene sentido realizar grandes inversiones en una casa que no es nuestra. Aquí ofrecemos algunos consejos para decorar una casa alquilada para darle un toque personal nuestro, sin entrar en grandes gastos.
1. No añadas algo a tu casa a menos que sea útil y bonito
El 90% de los objetos deberían tener ambas cualidades. Los cubos de reciclaje no tienen por qué ser feos y estropear la decoración de tu cocina; puedes utilizar un contenedor alternativo o simplemente embellecer el que tienes. Una opción sencilla es coger una caja de cartón, pintarla o cubrirla con papel de pared o algún tejido, recortar un agujero en el fondo y colocarla sobre el cubo feo.
2. Elige una gama de colores y mantenla
No importa qué colores elijas, simplemente elije algunos. Cuando hayas elegido 3-5 colores, sé fiel a ellos, ya sea para cosas banales como el jabón y el champú o para elementos decorativos como toallas y alfombras.
3. Cada vez que compres algo, tira algo (o regálalo)
Lo peor en una habitación bien diseñada es llenarla de trastos. La mayoría de las personas tienen demasiadas cosas. Si te acostumbras a tirar o regalar un objeto cada vez que compras uno nuevo podrás empezar a diseñar con éxito; de lo contrario, todos tus esfuerzos serán en vano.
4. Compra sólo cosas muy necesarias
No compres ningún objeto que no sea fundamental para el modo de vida de tu familia, aunque todos los demás lo tengan: si no bebes café, no compres una cafetera; si no bebes vino, no compres un sacacorchos.
5. Utiliza lo que te encanta
Esconde o deshazte de lo que te resulte apático. Si te encantan las figuritas de recuerdos, colócalas a la vista en grupos; si simplemente las mantienes porque son un recuerdo familiar, guárdalas en una caja en el ático.
6. Copia e imita, luego añade, borra y termina
Busca ideas de las revistas, copia combinaciones de catálogos, imita los escaparates de las tiendas y no dudes en inspirarte en las casas de tus amigos. Una vez tengas la idea, cámbiala para hacerla tuya. Añade objetos que muestren tu personalidad, elimina otros que te parece que sobran y dale un acabado a la habitación según tu personalidad y estilo propios.
7. Elige un estilo y un subestilo y mantenlos en mente cada vez que añadas algo a la casa
En lugar de definir tu estilo en función de una época, como victoriano o moderno, hazlo en función de unos cuantos factores clave. ¿Prefieres un aspecto llamativo o prudente? ¿Un diseño sencillo o complejo? ¿Una gama de colores cálidos o fríos? Una vez establecidas estas preferencias, tendrás un estilo.
8. Aprende a distinguir entre lo que te gusta y lo que puede quedar bien en tu hogar
Hay nuevas tendencias que se ponen de moda y quedan desfasadas continuamente. Aprende a diferenciar entre os elementos que te gustan en la tienda y los que realmente quedarán bien con en el estilo de diseño que has establecido en tu casa.
9. Cuando quieras cambiar el estilo, empieza poco a poco y sin gastar mucho
No es necesario gastar una fortuna remodelando una habitación o reinventando tu estilo. Empieza con cosas baratas como pintar, buscar en ferias y saldos, etc. Una vez que decidas que te encanta tu nuevo estilo, puedes empezar a gastar más dinero para completar las habitaciones.
10. Si tienes dudas prueba más combinaciones
Si algo parece no quedar bien en un espacio, haz una foto, evalúala, y quita lo que sobre o añade lo que falte.
Fuente: Rental Decorating