La dieta de una mujer en el momento de quedarse embarazada puede provocar cambios permanentes en los genes de sus hijos que podrían influir en su desarrollo.
En un estudio, publicado en la revista Nature Communication, se analizó la concentración de nutrientes en la sangre de mujeres de zonas rurales de Gambia, en África occidental, cuyas dietas que experimentan grandes cambios a lo largo del año en función de las lluvias. La temporada de lluvias se relaciona con la estación del hambre, y la estación seca con la temporada de cosecha. Durante la temporada de lluvias, la dieta de las mujeres consiste en arroz, mijo, cacahuete y yuca. Mientras que durante la temporada de lluvias, las mujeres comen más verduras de hoja verde, que son ricas en ácido fólico, un nutriente que es especialmente importante durante el embarazo.
Además de la concentración de nutrientes en la sangre, también analizaron 6 genes del ADN de los bebés de estas mujeres cuando tenían 2-8 meses de edad.
Encontraron que los niños que fueron concebidos durante la estación lluviosa tuvieron tasas metilación en el ADN mayores. Una metilación es un cambio en el ADN que puede silenciar la expresión de un gen, y que depende generalmente de nutrientes como el ácido fólico, colina, metionina y vitaminas B2 y B6.
Aunque se desconoce los efectos que estos cambios en los genes podrían provocar en los niños, es importante que las mujeres que estén planeando quedarse embarazadas lleven una dieta balanceada tanto antes de la concepción como durante el embarazo.
Domínguez-Salas P, Moore SE, Baker MS, Bergen AW, Cox SE, Dyer RA, y col. Nature Communication (2014). Más información.
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