Muchas famosas son capaces de recuperar su figura rápidamente después del parto ¿Cuál es su secreto?
Después de nueve meses de constantes cambios en tu cuerpo ha llegado el momento de volver a recuperar el peso que tenías antes de quedarte embarazada.
Si estás tratando de perder peso después de dar a luz deberías tener en cuentas estas cosas:
1. La lactancia materna quema calorías, pero no es una dieta.
La lactancia materna es una forma de quemar calorías, pero no pienses que sólo amamantando vas conseguir perder todos los kilos que te sobran.
Para que la producción de leche sea adecuada es necesario que aumentes tu dieta entre 400 a 500 calorías. Dos tercios de estas calorías adicionales provienen de los alimentos que se consumen, y el tercio restante procede de peso que se aumentó durante el embarazo.
Por esto, si llevas una dieta sana y equilibrada vas a conseguir perder peso de forma natural (aproximadamente alrededor de 400 gramos por semana).
Pero ten en cuenta que no es una buena idea intentar bajar de peso rápidamente reduciendo mucho las calorías que consumes. Comer menos de 1.800 calorías al día podría afectar a la producción de leche, además de que te sentirás mucho más cansada.
2. La barriga postparto no tiene nada que ver con el tamaño del útero.
Seguro que has oído eso de que «como el útero se ha estirado tanto durante el embarazo, es normal que tengas barriga meses después del parto».
El útero está formado por músculo liso y no tiene grasa, y es cierto que se ha estirado y ha crecido durante el embarazo. Pero 6 semanas después del parto, ya ha sido capaz de contraerse y volver a su tamaño normal.
Así que si después de un mes, o incluso un año, aún continúas con una barriga como si aún estuvieses embarazada es porque tu cuerpo ha almacenado grasa durante el embarazo que aún sigue conservándose en tu cuerpo.
3. La forma que tenía tu cuerpo antes del bebé puede afectar a la rapidez con la que vuelvas a recuperarlo.
Seguro que conoces a alguien que ha sido capaz de volverse a poner sus vaqueros unas semanas después de convertirse en mamá. Y también es probable que conozcas a alguien que continua intentando deshacerse de algunos kilos años después de haber sido madre.
Es importante tener en cuenta que no hay un tiempo establecido en el cual una mujer tiene que recuperar su figura después del parto. Si que es lógico pensar que cuantos más kilos se hayan engordado durante el embarazo, más costará deshacerse de ellos.
Pero hay que pensar que no hay que obsesionarse con intentar perder peso rápidamente.
Se requiere un tiempo. Si hemos tardado 9 meses en engordar estos kilos, quizás también deberíamos permitir que nuestro cuerpo vuelva a necesitar nueve meses durante el puerperio para que nuesto cuerpo vuelva a la normalidad.
4. Cuesta volver al peso que queremos.
El cambio en el estilo de vida que lleva la llegada de un bebé, la disminución del metabolismo y el cambio en las hormonas puede hacer que semanas, o incluso meses, después de haber dado a luz, aún sigan quedando algunos kilos de más.
Cuando queremos perder peso, nuestro metabolismo se ralentiza. Y cuando las calorías que se consumen comienzan a igualarse con las calorías que se queman, comienza a ser difícil perder peso. Esta «meseta» en la pérdida de peso es una respuesta normal de nuestro organismo. Los últimos kilos son los que más van a costar perder.
5. Es posible que necesites ayuda.
Estás agotada, dolorida, tienes un recién nacido que requiere una atención constante, y además todavía estás tratando de asimilar el hecho de la maternidad. Así que es relativamente normal que no lleves demasiado cuidado con lo que estás comiendo.
En lugar de sentirte culpable por ello, y antes de que ésto pueda afectar a cómo te sientes o incluso te haga sentir mal, por qué no buscar ayuda de un médico, un dietista, o tal vez simplemente de otra nueva mamá para hacer algo de ejercicio juntas (salir a pasear al bebé es una buena idea).
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