Leches de fórmula y aluminio

Muchas leches de fórmula para lactantes están contaminadas con aluminio, lo que en ocasiones ha planteado problemas de salud para algunos niños.

Las leches de fórmula infantil se utilizan como un sustituto de la leche materna. Su principal ingrediente es la leche de vaca, y han sido diseñadas para satisfacer las necesidades nutricionales específicas tanto de los bebés prematuros como de los niños de varios años de edad. 
También existen fórmulas cuya base no procede de la leche de vaca, si no de la soja, para niños con intolerancias o alergias a la leche de vaca.
 
Ahora un grupo de investigadores han medido el contenido en aluminio de una serie de leches de fórmula ampliamente utilizadas para determinar su grado de contaminación con aluminio y las consecuencias para la salud de los niños.
 
Se eligieron 15 productos diferentes que incluía fórmulas líquidas y en polvo, confeccionados con una base de leche de vaca o de soja. Las categorías de las fórmulas incluían las de los bebés prematuros, las primera etapa (0-6 meses) y las segunda etapa (6 meses o más).
 
En general, los resultados mostraron que las leches de fórmula infantiles disponibles en el mercado, utilizadas por millones de padres para alimentar a los niños de hasta 12 meses más de edad, están muy contaminadas con aluminio. 

La concentración de aluminio en todos las leches de fórmula infantiles estudiadas varió entre 100 a 430 microgramos/l. La concentración de aluminio en los productos a base de leche de soja fue de 656 y 756 microgramos/l. De éstas, las fórmulas lácteas preparadas a partir de polvo contienen mucho más aluminio que su equivalente de producto líquido.

 
El aluminio se utilizan en el procesamiento de alimentos, como por ejemplo como agente antiaglutinante. Aunque probablemente, en el caso de las leches de fórmula infantiles, muchos de sus constituyente están contaminados con aluminio.
 
La contaminación por aluminio también podría proceder de los equipos utilizados tanto en el procesamiento como en el almacenamiento. Además muchas de las fórmulas son empaquetadas para la venta utilizando materiales basados ​​en aluminio.
 
Aunque no se desconoce cuáles serían las posibles consecuencias a largo plazo de la exposición temprana al aluminio, investigaciones previas ha puesto de relieve la potencial toxicidad del aluminio en los bebés. Posiblemente, el tracto gastrointestinal del bebé, los riñones y la barrera hematoencefálica en desarrollo puede predisponer a la toxicidad de aluminio.
 
El contenido de aluminio de las fórmulas infantiles es de entre 10 y 40 veces mayor que el contenido de aluminio de la leche materna.

Chuchu N, Patel B, Sebastian B y Exley C. BMC Pediatrics (2013). Más información.

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3 Respuestas

  1. alejandrina rodriguez 11 años ago
  2. Annota 10 años ago
    • raquel 10 años ago

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