Al parecer la palabra nostalgia fue utilizada por primera vez en 1678 por un médico suizo para expresar «el dolor que siente un enfermo porque no se encuentra en su país nativo o teme no volver a verlo» y se utilizaba para describir una condición médica de cierta gravidad. En los siguientes años esta enfermedad empezó a llamarse ‘maladie du pays’ (enfermedad de país) en Francia, Heimweh y homesickness (dolor de hogar) en Alemánia y el Reino Unido respectivamente, y «mal de corazón» en español.
Hoy en día usamos la palabra nostalgia de forma más general y muchas veces muy personal, mientras recordamos momentos que hemos idealizado en nuestra memoria – los llamados «viejos tiempos». La nostalgia puede ser un tema generacional con una dimensión sociológica. Por ejemplo, en Alemania la palabra ‘Ostalgie» se refiere a la vida en Alemania del Este cuando el regimen comunista fue derrotada para abrazar las libertades de la Alemania occidental. Por lo visto, muchos alemanes del Este echan de menos la vida cotidiana de la antigua República Democrática de Alemania, y lamentan el predominio de los valores capitalistas.
Con un futuro limitado delante de nosotros y al perder la perspectiva social que ha afectado, si no formado, nuestra vida, es inevitable que las personas mayores miremos hacia el pasado. De hecho puede ser tremendemente refrescante hacerlo. Nuestra vida es continua y llevamos nuestro pasado con nosotros mientras avanzamos hacia delante, un proceso que debemos apreciar y afirmar. Una característica de la tercera edad es un deseo de identificar los años de nuestra vida, y muchas personas escriben una sencilla autobiografía que recoge los acontecimientos más importantes en su vida. Incluso algunos escriben más, y luego publican el resultado como lo ha hecho recientemente un amigo mio. La letra de una canción muy antigua dice «mi vida no ha sido en vano», y nos gustaría tener alguna prueba de que esto es también cierto en nuestro caso.
No obstante, tal vez el sentido original de la palabra nostalgia sigue teniendo cierta relevancia. Las personas envejecidas estamos, desde luego, a favor de la realización y el bienestar, pero demasiado nostalgia puede levantar el mito sobre la realidad, reducir los placeres de la vida real e incluso dañar nuestro estado de salud. Tenemos un pasado – ¡nadie lo puede negar! – pero nuestra vida actual pertenece a hoy y a mañana. El incansable sitio web Wikipedia (al que estoy en deuda por algunos de los datos que ofrezco), indica que nostalgia puede provocar síntomas que son reales y físicas como dolor en el estomago, tensión en el pecho o la garganta y que puede llevar a la desesperación.
Así que ¿debemos tener cuidado con el tema de la nostalgia? ¡Como en tantas otras cosas buenas, tal vez demasiado nostalgia puede ser malo para la salud!
Bryan