Cuando cumples mas de setenta…

…Alguien me dijo sorprendido ‘vas a la cama antes de medianoche en nochevieja’ Bueno, aunque estaba dormido a las once los fuegos artificiales me despertaron y me encontré despierto para da la bienvenida al nuevo año de todas formas. ¿Es una cuestión de fuerza física o es que los jóvenes invierten mas en el futuro que los mayores? Y no solo se quedan despiertos para el año nuevo sino algunos (hay uno que conozco muy bien) siguen hasta la madrugada. ¿El optimismo contra el pesimismo? ¿Es eso lo que distingue a los jóvenes de los mayores?

Recientemente he visto un programa popular de la televisión llamado ‘Grumpy Old Men’ (Hombres Mayores Enojados’) en lo cual hombres (y a veces mujeres) se quejan sobre las cosas que les molestan. Jonathan Freedland, el critico político para el Guardian dijo que no quiere ser como los protagonistas aunque el se siente cada vez mas cerca a ellos, especialmente porque el próximo mes cumplirá 40 (lo cual por supuesto no es mayor ni siquiera maduro, como sabemos nosotros y un día el también lo sabrá).

Freedland esta de acuerdo que hay bastantes motivos para estar de malas en 2007, y identifica muchas de las crisis en el mundo como el calentamiento de la tierra, las matanzas en Darfur, la guerra en Iraq, los problemas en Palestina. Estas situaciones no desaparecen con el cambio del calendario y no se pueden ignorarlas.

También identifica algunos de los signos de esperanza como cuando las plantas florecen. Por ejemplo los cambios en la política de los EEUU, la dimisión anticipada de Tony Blair y la nueva administración probablemente con Gordon Brown, y ambos lideres políticos de la oposición en el Reino Unido hablando de asuntos importantes. Además, van ganado los partidos de izquierdas en Latino América. Al final concluye que ‘hay razones para estar contentos’.

Estoy leyendo un libro sobre la importancia del dialogo en estos momentos. Hace falta una conversación entre los jóvenes y los mayores – los que tienen esperanza y los pesimistas. Los pesimistas (los mayores) reconocen los peligros de un optimismo superficial que ignora lo que realmente esta pasando en el mundo y los jóvenes deberían dejar de decirnos que no miremos el pasado y enfrentarnos al futuro solo es porque es mañana y no ayer. Nos pueden dar a todos las razones para estar contentos.
B.R.

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