¿Te gustaría perder algún kilito sin hacer dieta? Prueba esta refrescante bebida de té verde helado.
Mezcla 750 ml. de té verde y 250 ml. de té de diente de león, y déjalo enfriar. Añade el zumo de un limón, un poquito de menta fresca, cubitos de hielo, y ya está listo este delicioso refresco.
Efecto n° 1: el aminoácido teanina nos tranquiliza y reduce el estrés. Un cuerpo relajado almacena menos grasa y consume más energía.
Efecto n° 2: el té verde aumenta la concentración en la sangre de la “hormona de la saciedad” llamada leptina, evitando los indeseados ataques de hambre.
Efecto n° 3: el té verde activa la eliminación de las reservas de grasa y previene su formación.
Efecto n° 4: la vitamina C del limón también favorece la quema de grasas y ayuda, incluso con una alimentación rica en grasas, a que estas se acumulen menos.
Efecto n° 5: el diente de león activa el metabolismo y drena nuestro cuerpo de una forma suave.
Por supuesto, también se puede disfrutar de esta bebida caliente. Tan solo es importante no añadir el jugo de limón hasta que el té se haya enfriado un poco y tenga unos 60 grados.
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