Ladrones de empresas: triste final (3/3 partes)

El Empresario ya tiene el control total de la empresa. Acude a bancos, suscribre préstamos y pólizas de crédito, desviando automáticamente los fondos a sus cuentas personales.

El final de esta historia es que un joven emprendedor, trabajador y buena persona, ha sido arrollado por un huracán y perdido todos sus ahorros (y tal vez los de algún familiar o amigo).

Pero lo más indignante es que el estafador no trabaja solo. Tiene un equipo formado por un asesor, un abogado e incluso un notario. Repiten estas operaciones con frecuencia y acumulan demandas en los Juzgados. Pero son muy profesionales y todo lo hacen de forma «legal» y, además, conocen las deficiencias de la Justicia y cómo «escaparse» de la misma.

Desgraciadamente, esto no es el guión de El Golpe, sino una realidad que sucede más a menudo de lo que imaginamos.


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