Fuente: Turbulence por Wendy Longo (CC BY-ND 2.0) |
Según el piloto Patrick Smith, las turbulencias son sin duda lo que más preocupa a los pasajeros. Por eso, nos cuenta 9 cosas que debemos saber acerca de ellas.
1. Las turbulencias son algo normal
Todos los días en todos los vuelos los aviones se enfrentan a corrientes irregulares de aire, de mayor o menor intensidad, que hacen temblar los platos y derramar el café. Los pilotos afrontan las turbulencias con normalidad y naturalidad y no como una cuestión de seguridad. Son desagradables pero no son peligrosas.
2. Las turbulencias no suelen causar heridos
Sólo en contadas ocasiones las turbulencias han sido tan fuertes que los pasajeros del avión han resultado heridos o, incluso algunas partes del avión, lo que es todavía más extraño. Pero es tan poco común que incluso la persona que más viaje del mundo no experimentará en toda su vida lo que ocurrió en los vuelos de United Airlines y Cathay Pacific Airways.
Son muy pocos los pasajeros que al año resultan heridos a causa de las turbulencias y la gran mayoría de ellos no suelen llevar abrochado el cinturón de seguridad, cuando deberían hacerlo.
3. Las turbulencias se pueden producir de forma inesperada
¿Las turbulencias se pueden producir de forma inesperada? ¿Pueden presentarse «de la nada»? La respuesta es: sí. No obstante, antes de que salga el vuelo, los pilotos reciben pronósticos meteorológicos y de turbulencias. Una vez en el aire, los meteorólogos en tierra les envían actualizaciones periódicas. La cabina cuenta además con un radar meteorológico y los mismos pilotos pueden divisar posibles condiciones meteorológicas adversas y evitarlas. Y lo mejor de todo es que reciben informes en tiempo real de otros aviones que vuelan por la zona.
Con todas estas herramientas a su disposición, los pilotos se hacen una idea de dónde, cuándo y cómo van a ser las turbulencias, aunque de vez en cuando vienen sin avisar. Suelen ser suaves casi siempre, pero aún cuando las condiciones son buenas, lo mejor es llevar siempre abrochado el cinturón de seguridad.
4. Los pilotos llevan abrochados los cinturones de seguridad
Si alguien se ha pregunta esto, la respuesta es: sí, siempre. Según Patrick, los pilotos no son irresponsables en este sentido y sí hacen caso del cinturón de seguridad. Algo que todos deberíamos hacer.
5. Las turbulencias no suelen causar accidentes
Patrick asegura no recordar que se haya producido ningún accidente de avión expresamente a causa de las turbulencias. Quizás haya habido uno o dos, pero los aviones en general están preparados para soportar grandes presiones. Además, para que se rompa un ala, por ejemplo, tendría que haber muchas más turbulencias de lo que uno se pueda imaginar.
6. Durante las turbulencias, los pilotos no tocan los mandos
Los aviones están diseñados con lo que se llama «estabilidad positiva». Esto significa que cuando se desplazan de su lugar vuelven por sí solos a su posición inicial. La mejor forma de manejar una corriente irregular de aire es hacerle frente sin tocar los mandos. (Algunos pilotos automáticos tienen un modo de turbulencias que insensibiliza el sistema para evitar que se sobrecontrole). Puede que resulte incómodo, pero el avión no se va a dar la vuelta.
7. Cuidado con las comparaciones
Hay gente que compara las turbulencias con «conducir por una carretera con baches» o «navegar con el mar agitado«. A Patrick Smith no le gustan estas comparaciones porque los baches revientan neumáticos, rompen ejes y estropean las suspensiones, los barcos pueden volcar o inundarse, sin embargo en el aire no pasa nada parecido.
8. Cuidado con lo que cuentan los pasajeros (PEF o factor de exageración del pasajero)
Según Patrick, la gente tiene la mala costumbre de malinterpretar y exagerar las sensaciones del vuelo, sobre todo si están asustados. Incluso en una corriente de aire que mueva bastante el avión -lo que los pilotos llaman «turbulencias moderadas»-, éste no se desplaza más de 6 metros, o incluso menos. Los pasajeros sienten que el avión «cae en picado» cuando en realidad a penas se mueve.
9. El cambio climático podría aumentar las situaciones de turbulencias
¿Puede que el cambio climático aumente las situaciones de turbulencias fuertes? Según Patrick podría ocurrir, pero nos recuerda que también hay más vuelos que nunca. La flota aérea mundial ha aumentado más del doble en los últimos 20 años y todavía sigue creciendo. Es lógico que si aumenta el número de vuelos, también lo haga el número de incidentes, independientemente del cambio climático.