Prácticamente todos los expertos del sector de las tecnologías de la información coinciden en que el denominado Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) abrirá una amplia variedad de nuevas oportunidades digitales de negocio en diversos sectores. Nick Jones, Vicepresidente y analista de la reconocida consultora y empresa de investigación Gartner, coincide con esta postura, pero destaca, en un artículo publicado en Forbes, que las empresas deberán estar preparadas para poder aprovechar al máximo esta tecnología. En este sentido, según él, hay 10 tipos de tecnologías relacionadas con el Internet de las cosas que toda empresa y, más concretamente, su Director de Sistemas, debería entender a la perfección.
Las 10 tecnologías del Internet de las cosas que toda empresa debería conocer
1. Tecnologías de seguridad para el Internet de las cosas
Si bien el Internet de las cosas ofrecerá múltiples ventajas también traerá consigo numerosos riesgos. Una vez que todos esos dispositivos, con sus plataformas, sistemas operativos y sistemas de comunicación estén conectados entre sí a través del denominado Internet de las cosas, los riesgos de seguridad serán muy elevados, al tener que mantener la seguridad en frentes muy diversos. Por ejemplo, se podrá utilizar cualquiera de los diferentes dispositivos conectados a la red como vía de ataque. Y también surgirán nuevos tipos de ataque que hasta ahora no existían y para los que las compañías deberán estar preparados. Jones pone como ejemplo los ataques “vampiro” que dejan sin energía la batería del dispositivo afectado.
Se trata de un problema importante que según él no se podrá resolver con una única tecnología de un solo fabricante. Para garantizar la seguridad del Internet de las cosas, los Directores de Sistemas de las empresas deberán recurrir a toda una gama de productos y técnicas todavía por determinar.
2. Tecnologías de análisis para el Internet de las cosas
Se sabe ya que todos esos dispositivos conectados al Internet de las cosas permitirán a las empresas recabar información muy diversa sobre los usuarios, sus costumbres, gustos, etc. Gracias al análisis de dicha información, las empresas podrán entender mejor el comportamiento de sus usuarios o clientes y, en función de ello:
- Crear nuevos servicios orientados a sus intereses o necesidades
- Mejorar sus productos
- Detectar y aprovechar nuevas oportunidades de negocio transitorias.
Para ello, es fundamental que los Directores de Sistemas de las compañías estén al tanto de lo último en herramientas de análisis y sean capaces de identificar e implementar la solución más adecuada para el negocio de la compañía para la que trabajan.
En este sentido, los Directores de Sistemas deberán reciclarse continuamente, dado que las nuevas generaciones de dispositivos interconectados generarán también nuevos tipos de datos, por ejemplo, de tiempo y ubicación, que requerirán nuevas habilidades, nuevos algoritmos y nuevas herramientas de visualización.
Además, según Jones, la complejidad del Internet de las cosas requerirá también análisis más complejos y realizados de forma distribuida, es decir, será necesario procesar parte de la información en los dispositivos en sí, parte en las pasarelas de comunicación y otra parte se analizará en la nube.
3. Tecnologías de gestión y monitorización de dispositivos
Todos esos dispositivos interconectados necesitarán también algún sistema de gestión o seguimiento que compruebe su estado, gestione los certificados de seguridad, pida o retire dispositivos, actualice el firmware, realice las pruebas de diagnóstico y recoja información para enviarla a los servicios en la nube. Según Jones, en algunos sectores, esta gestión supondrá un enorme desafío, debido al abrumador número de dispositivos que habrá que gestionar.
Por otra parte, los diversos avances y modificaciones en las tecnologías de red influirán en la gestión. Por ejemplo, los dispositivos conectados a través de una conexión móvil requerirán plataformas adicionales proporcionadas por las operadoras de telefonía móvil.
4. Tecnologías de red de corto alcance y baja potencia
La mayoría de las “cosas” o dispositivos se conectarán a esta gigantesca red a través de conexiones inalámbricas y estas tecnologías inalámbricas serán, en su mayoría de corto alcance y baja potencia, especialmente en lo que respecta a las “cosas” de las oficinas y los hogares inteligentes. Según Jones, en este espacio competirán al menos 10 tecnologías de red, con diferentes características en cuanto a alcance, duración de la batería, ancho de banda, etc. Algunos ejemplos son ZigBee, Thread, Wi-Fi, Bluetooth, G.9959 o ANT. Por otra parte, las redes están en continua evolución, por lo que, sin duda, surgirán nuevas tecnologías y las que ya existen incorporarán nuevas funcionalidades. Los Directores de Sistemas de las empresas deberán estar al tanto de todas estas tecnologías y de su evolución.
5. Los procesadores del Internet de las cosas
En general, los dispositivos del Internet de las cosas no utilizan microprocesadores convencionales, sino una especia de microcontroladores que, en su mayoría, hoy en día, son de 8 bits. Según Jones, se espera que estos microcontroladores sean reemplazados por otros más sofisticados de 32 bits alrededor de 2018.
Elegir el procesador adecuado es fundamental porque definirá muchas de las características que tendrá el producto, entre ellas, el coste de desarrollo del software, el hecho de que se pueda actualizar in situ o no, que sea capaz de procesar la información que recoge en el propio dispositivo o deba enviarla al exterior para su procesamiento o los tipos de seguridad que se podrán implementar para protegerlo. En este sentido, una mala decisión a la hora de elegir el procesador que llevará el producto de una empresa podría determinar el éxito o fracaso de dicho producto a medio o largo plazo.
6. Los sistemas operativos del Internet de las cosas
Los sistemas operativos tradicionales no están preparados para los dispositivos del Internet de las cosas dado que, no sólo requieren procesadores más potentes y grandes cantidades de memoria, sino que además, consumen mucha energía. Por ello ha sido necesario desarrollar toda una nueva generación de sistemas operativos específicos para este tipo de dispositivos con capacidades limitadas. Entre ellos, hay variantes simplificadas de las plataformas más conocidas, como Android, pero también toda una nueva gama, como RIOT, Yottos o Contiki, que tienen una memoria de un minuto y, en algunos casos, de apenas 5 Kb.
7. Las redes de área extensa y baja potencia (LPWAN)
Muchas de las aplicaciones del Internet de las cosas, como por ejemplo, las ciudades inteligentes o smart cities, necesitan una red con un ancho de banda bajo (de unas pocas decenas de bits a unos pocos kilobits por segundo), en la que los servicios sean de bajo coste y cuyos extremos o puntos finales apenas cuesten unos euros. Además, es necesario que ofrezcan cobertura a nivel nacional y que las baterías puedan durar muchos años.
Actualmente, las tecnologías líderes en este campo son tecnologías propietarias, como LoRa y Sigfox, pero según Jones, es probable que, a largo plazo, se acaben imponiendo los nuevos sistemas móviles, como Narrowband IoT (NB-IoT).
En este sentido, Jones recalca la necesidad de que los Directores de Sistemas de las empresas tomen decisiones tácticas, teniendo en cuenta que serán necesarias posteriores actualizaciones de hardware cuando haya disponibles más soluciones estándar.
8. Tecnologías de procesamiento del flujo de eventos
El Internet de las cosas tendrá miles de millones de dispositivos interconectados entre sí y todos esos dispositivos recogerán inmensas cantidades de información. En algunos sectores, como las telecomunicaciones, se pueden llegar a alcanzar cifras de millones de eventos por segundo.
Los sistemas convencionales de almacenamiento y procesamiento de datos no son capaces de manejar estos gigantescos volúmenes de datos, también denominados big data, por lo que, según Jones, los Directores de Sistemas de las empresas deberán estudiar la implantación de nuevas tecnologías más potentes y con una elevada capacidad de procesamiento en paralelo, como las Distributed Stream Computing Platforms (DSCP), unas plataformas de computación distribuida en las que la carga de procesamiento se distribuye en arquitecturas paralelas para acelerar la obtención de resultados. Muy pronto, este tipo de tecnologías serán fundamentales.
9. Las plataformas del Internet de las cosas
Un modo crear soluciones para el Internet de las cosas con mayor rapidez es construirlas utilizando una plataforma específica para ella. Estas plataformas reúnen en un paquete de software gran parte de las funciones que necesita un sistema de este tipo, desde la gestión de dispositivos de bajo nivel o el control de la adquisición de datos, al abastecimiento de aplicaciones, el análisis de datos o la conexión con los sistemas empresariales, como ERP. De este modo, ahorran a las compañías mucho trabajo y tiempo a la hora de fabricar una solución para el Internet de las cosas, aunque ese ahorro se traduzca, generalmente, en un aumento en el coste de producción de cada dispositivo, debido a que gran parte de estas plataformas son sistemas propietarios.
10. Los estándares y ecosistemas del Internet de las cosas
Los estándares y ecosistemas no son tecnologías, pero es importante tenerlos en cuenta porque, según Jones, la mayoría de ellos acabarán saliendo al mercado en forma de interfaces (API) que permitirán a los dispositivos y sistemas interoperar y comunicarse entre sí. Los estándares de comunicaciones de bajo nivel, como MQTT y CoAP, están bien definidos, pero a medida que subimos de nivel nos encontramos con una caótica mezcla de organismos de normalización con competencias que se solapan entre sí y ecosistemas que compiten por hacerse un hueco en áreas como los hogares inteligentes. Muchos de los grupos que están trabajando en estos “estándares” disponen ya de agendas para promover tecnologías o arquitecturas específicas. En este sentido, es importante que los Directores de Sistemas de las empresas estén al tanto de estas agendas, para poder planificar con antelación y tenerlas en cuenta a la hora de tomar sus decisiones.
Fuente: Forbes
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