Las algas como biocombustible, más cerca de ser una realidad
Un éxito en el laboratorio no siempre se traduce en un éxito en el mundo real. No obstante, un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Michigan ha inventado una nueva tecnología que podría ayudar a los biocombustibles basados en algas a cruzar esa brecha y acercarse un poco más a la realidad.
La edición actual de Algal Research muestra la invención del equipo: el fotobiorreactor medioambiental (ePBR). El sistema ePBR es la primera plataforma en todo el mundo que cultiva algas estándar, simulando entornos naturales dinámicos.
En pocas palabras, ePBR es un estanque en un frasco que ayuda a identificar, cultivar y probar variedades de algas que tienen potencial para dar el salto del laboratorio a la charca, proliferar en un verdadero entorno de estanque del mundo real y producir más petróleo.
Muchos científicos de todo el mundo están buscando variedades de algas que puedan convertirse en una fuente sostenible de energía alternativa. Sin embargo, deben hacer frente a un molesto problema: las cepas de algas que funcionan bien en los laboratorios, a menudo, dejan de hacerlo cuando llega el momento de aumentar la escala del experimento, dijo Ben Lucker, asociado de investigación de la MSU.
Los ePBR, que ayudarán a que la investigación de biocombustibles de algas sea más atractiva para los inversores, son una creación de David Kramer, Profesor Distinguido Hannah de Bioquímica y Biología Molecular en la MSU.
Al permitir a los científicos replicar los escenarios naturales en un laboratorio, los ePBR eliminan muchas variables antes del cambio de escala. Los biorreactores son aproximadamente del tamaño de una cafetera y pueden inducir cambios en la luz, la temperatura, el dióxido de carbono, el oxígeno, la evaporación, la disponibilidad de nutrientes, etc.
El sistema ePBR también puede replicar y confirmar los resultados de los experimentos llevados a cabo en cualquier parte del mundo. Sustituye a las plataformas de crecimiento de fabricación casera hechas con frascos, tubos, papel de aluminio y luces de cultivo; y ofrece a los investigadores una herramienta que puede replicar sistemáticamente las condiciones y reproducir los resultados, dijo Lucker.
Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2014/02/140226101825.htm