Un pasto perenne que crece hasta 13 pies, apenas necesita fertilizantes y se puede almacenar en fardos podría ser la próxima esperanza para la producción eficaz de etanol.
Al menos eso creen unos científicos de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, que han estado realizando estudios de campo de un pasto estéril conocido como Miscanthus giganteus, primo lejano del Pasto varilla (Panicum virgatum). En un informe publicado recientemente, los investigadores afirman que la cosecha de biocombustible demostró, en estudios de campo, ser mucho más productiva que otros cultivos como el maíz a la hora de producir biomasa para el etanol, una alternativa al gas.
«Con el Miscanthus podemos producir etanol utilizando mucho menos terreno del utilizado actualmente con el maíz», señaló durante la presentación de la investigación el profesor Steven Long, que dirigió el estudio. Su trabajo aparecerá también en la revista Global Change Biology de este mes.
El gobierno estadounidense tiene el objetivo de producir suficiente etanol como para sustituir a un quinto del consumo de gasolina del país, pero según los investigadores, utilizando maíz o pasto varilla como materia prima, necesitaría ocupar cerca del 25% de los terrenos de cultivo de los EEUU actualmente destinados al cultivo de alimentos. En cambio, para producir la misma cantidad de etanol con el Miscanthus bastaría con el 9,3% del área de cultivo agrícola. En el Reino Unido, el pasto se comercializa para la producción de energía.
En el último año, Long dirigió un estudio de campo en Illinois para analizar la producción de Miscanthus en comparación con de la pasto varilla, que ha despertado mucho interés en los EEUU como fuente de materia prima para la producción de etanol. El grupo de investigadores observó que el Miscanthus puede superar al pasto varilla produciendo anualmente hasta 2,5 veces más de materia prima para etanol en la misma área de cultivo. Al igual que el pasto varilla, el Miscanthus no necesita productos químicos, pero además, según los investigadores, es potencialmente nueve veces más eficaz a la hora de convertir la luz del sol en biomasa. El Miscanthus supera también al maíz.
Otro punto a favor de este cultivo es que acumula más carbono en la tierra que el maíz o las semillas de soja, señaló Long. «En el contexto del cambio climático eso es importante porque significa que produciendo un biocombustible en ese suelo se está captando carbono de la atmósfera para ponerlo en el suelo».
Fuente: CNet