Según un artículo publicado esta semana en Technology Review, el nuevo gestor de energía integrado de Intel podría reducir considerablemente el consumo energético de los portátiles deteniendo funciones que no se están utilizando.
A cualquiera que utilice un portátil en un avión le gustaría que la batería durase todo un vuelo de largo recorrido. Ahora, investigadores de Intel creen poder duplicar la vida de batería de un portátil sin modificar la batería en sí, optimizando el gestor de energía del sistema operativo, el monitor, el ratón, los chips de la placa base y los dispositivos conectados a los puertos USB.
Fabricantes e investigadores han estado investigando distintas formas de hacer que los ordenadores portátiles sean energéticamente más eficaces. Se han programado los sistemas operativos para ejecutar un salvapantallas de ahorro de energía e hibernar todo un sistema si el usuario no lo ha utilizado durante un rato. E incluso el próximo microprocesador de Intel para dispositivos móviles Atom, puede hibernar hasta en seis niveles diferentes, dependiendo del tipo de tareas que tenga que hacer.
Pero el problema de todos estos enfoques es que no están coordinados en todo el dispositivo. El nuevo prototipo de sistema de gestión de energía de Intel es consciente de la energía utilizada por todas las partes del portátil, además de las necesidades energéticas de la actividad de una persona y desactiva las funciones de acuerdo con eso, señala Greg Allison, director de desarrollo de negocios. El proyecto, llamado “advanced platform power management”, se presentó el miércoles en un evento de Intel en Mountain View, California.
El sistema de Intel ahorra energía, por ejemplo, realizando una captura de la pantalla que está leyendo el usuario y guardándola en una memoria intermedia. así, en lugar de actualizar cada cierto tiempo la pantalla, ésta mantiene la misma imagen hasta que la persona pulsa una tecla o mueve el ratón. Igualmente, el ratón y el teclado se mantienen en hibernación hasta ser utilizados.
Mientras tanto, el sistema operativo monitorizará el uso de otras aplicaciones, restringiendo el funcionamiento de las que no están siendo utilizadas activamente; y si hay algún dispositivo conectado a un puerto USB, como una memoria flash, el sistema lo pondría también a hibernar. Paralelamente, explica Allison, los circuitos de monitorización de energía de los chips de Intel harían hibernar las partes del microprocesador que no se estén utilizando. Son necesarios tan solo 50 milisegundos para reactivar la totalidad del sistema, añade, una cantidad de tiempo que resulta imperceptible para el usuario.
Fuente: Technology Review