La contaminación atmosférica puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular y de demencia.
Los resultados de dos estudios, publicados en la revista Archives ofInternal Medicine, muestran que la inhalación de partículas, incluso a niveles considerados seguros por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico agudo y de deterioro cognitivo.
En el primer estudio, el mayor riesgo de accidente cerebrovascular alcanzó un máximo entre 12 y 14 horas después de que los niveles de partículas en el aire aumentaran.
La relación entre la contaminación y el accidente cerebrovascular isquémico agudo fue mayor en el caso de la contaminación del tráfico, principalmente por carbono y dióxido de nitrógeno. Ni el ozono ni los sulfatos se asociaron con el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
En el segundo estudio, los autores evaluaron la relación entre los niveles de partículas del aire y el deterioro cognitivo en casi 20.000 mujeres.
Encontraron que los niveles más altos de exposición a este tipo de contaminación se asociaron significativamente con un declive cognitivo más rápido. Concretamente, cada 10 g/m3 de exposición promedio anual, supone cerca de 2 años adicionales de envejecimiento cognitivo adicional.
Wellenius GA, Burger MR, Coull BA, Schwartz J, Suh HH, Koutrakis P, y col. (2012) Archives
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