La agresividad y el Alzheimer: paciencia y cariño

Alzheimer y agresividad cómo tratar el problema

La agresividad es un problema que muchos de los que estamos cerca del Alzheimer hemos vivido. No es algo que ocurre en todos los casos, pero si algo que merece la pena tratar. Cuando se convive con una persona enferma hay varios aspectos que agotan y desmoralizan bastante, uno de ellos sin duda es este.  Al final daré un enlace con 5 consejos para hacer frente a la agresividad.

Consejos para tratar la agresividad en los enfermos de Alzheimer

La agresividad no es real: delicadeza y paciencia

Agresividad verbal y física

La agresividad puede ser verbal o física. Un recelo continuo sobre todo, pensando mal de todos los que rodean a la persona afectada. O incluso la agresividad física.

Alzheimer y la agresividad: paciencia, delicadeza y cariño

El que más sufre con esta faceta es el cuidador. Es hasta cierto punto lógico que nos tomemos de forma personal los insultos, las acusaciones o incluso las agresiones físicas.

Pero es algo que hay que superar y tratar con sangre fría. El fallo mas gordo que podemos cometer es «entrar al trapo», debemos saber que no sirve para nada entablar una conversación de la que realmente sabes que no vas a sacar nada:

Sé sincero contigo mismo ¿Cuántas veces has salido «victorioso» de una conversación con personas (enfermas), que están gritando amenazando e insultando? he de decir que yo, al menos, nunca.

Teniendo claro esto, hay que cambiar el método que no funciona. Aunque la enfermedad lo haya cambiado, conocemos a nuestros familiares lo suficiente para saber cuando una conversación o una provocación lleva camino de convertirse en este infierno de agresividad.

Así que, intentemos pasar por encima de los temas que provocan esta reacción e intentemos solucionarlos sin involucrar a la persona enferma. En el caso de que haya que involucrarla necesariamente, podemos intentar armarnos de toda la paciencia posible y tratarlo con la mayor delicadeza y cariño del que dispongamos. 

Soy consciente de que esto no siempre sirve, no pasa nada, si ves que la situación empieza a encenderse, no entres, inténtalo más tarde, quizás mañana este mas contenta o con mejor humor y puedas conseguirlo.

Es normal que esta agresividad nos produzca dolor, pero desde mi punto de vista ha de ser un dolor más cercano a la pena que nos produce ver a la persona que queremos actuar de esa manera, que del dolor personal de sentirnos ofendidos por sus palabras.

 En algunas ocasiones, aunque parezca difícil de creer, el humor puede ser una vía de escape, es decir, más vale tomarse con humor algunos insultos y acusaciones que por lo general siempre se quedan dentro de un ámbito familiar.

El enfermo de Alzheimer no es consciente

Es muy difícil ponerse en la situación de un enfermo de Alzheimer,  Caemos en el error de pensar: ¿Cómo es posible que no sea consciente de que no se acuerda de las cosas?, ¿Por que ahora hay agresividad donde antes solo había cariño?. ¿De que sirve hacernos estas preguntas?

Creo que nunca llegaremos a entender del todo que siente una persona que ya esta inmersa en esta enfermedad.  Simplemente intentamos que esté lo mejor cuidada posible, quizás sus actuaciones y sus pensamientos carezcan de total lógica, pero para que esta la familia sino es para ayudarse los unos a los otros, aunque para prestar esa ayuda tengamos que aguantar insultos o agresiones físicas.

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