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Cojín de lactancia ¿si o no?
Hay opiniones para todos los gustos. Algunas madres nunca lo han usado y lo encuentran un objeto innecesario, y otras lo han usado y les ha resultado muy cómodo.
La lactancia materna no siempre es algo natural e instintivo en todas las mujeres, por lo que muchas veces el uso de un cojín de lactancia ayudará a conseguir que alimentar a un bebé sea más fácil y cómoda.
¿Para qué sirve un cojín de lactancia?
Con una almohada de lactancia es más fácil conseguir que alimentar a tu bebé sea una experiencia cómoda y relajada tanto para la madre como para el bebé.
Además, un cojín de lactancia puede también usarse para ayudar al bebé a sentarse para alimentarse por sí solo e incluso puede ayudar a darle el biberón si opta por la leche de fórmula.
¿Qué necesitamos saber antes de comprar una almohada de lactancia?
En el mercado existen muchas opciones. Los cojines de lactancia pueden tener muchas formas, pero la más frecuente es la forma de media luna. No hay un tipo en particular que funcione mejor que otro, todo depende de las preferencias de la madre y del bebé.
Además de servir como apoyo, un cojín de lactancia tiene que poder utilizarse en varias posiciones, ser lavable (o parcialmente lavable), resistente y asequible.
Las almohadas de lactancia pueden ser rígidas o blandas. Se colocan alrededor de la cintura, apoyando el codo. Algunos modelos cubren parcialmente la cintura, otros la cubren totalmente gracias a una correa ajustable, y incluso existen modelos que ofrecen apoyo para la espalda.
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¿Habéis utilizado o pensáis utilizar un cojín de lactancia?¿Lo veis innecesario? Esperamos vuestras opiniones.
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