Ayer tuve la oportunidad de ver La Avería.
Y la verdad es que tuve suerte, ya que la obra se iba a representar todo el fin de semana, pero tras el fallecimiento del padre de Emma Suarez tuvo que suspenderse las dos funciones para el sábado y domingo en el Teatro Principal de Alicante. Pero yo ya la había visto y…
…salí maravillado…
Me gustaría poder comenzar hablando de las cosas no tan positivas que encontraron algunos de mis acompañantes. Lo primero la duración del montaje, más de 120 min., que si bien no has conectado con la historia puede parecerte una eternidad. Una de mis compañeras se quejaba que sobraba medio texto. Debo señalar, que a mi, personalmente, no quería que se terminará nunca.
Cuando salía para fuera, alguien del equipo técnico señalaba que “es una obra de teatro para gente que le guste el teatro”. ¡Por fin alguien que no intenta hacer obras comerciales! Y quien ha tenido el impulso de emprender tal aventura… Blanca Portillo. La grande Portillo.
Lo que todo el mundo si que admitió fue la gran interpretación y el gran trabajo que ha realizado el equipo de La Avería.
Una impresionante escenografía realizada, una vez más, por Andrea D’Odorico, junto a un vestuario de Elisa Sanz, caracterización de Javier Hernández y maquillaje y peluquería de Elena Cuevas hacen que La Avería deje de ser una obra de teatro para ser, lo que fue un día, un cuento.
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En cuanto al reparto… Pues que decir, todos se comportaron ayer como Grandes: Daniel Grao, Emma Suárez, Fernando Soto, José Luis García-Pérez, Asier Etxeandia, José Luis Torrijo. Pero si tengo que quedarme con uno, sin lugar a dudas en Asier Etxeandia. El trabajo corporal es excelente, brillante.
Como ya he comentado la dirección del proyecto es de Blanca Portillo y el texto del escritor suizo Friederich Durrenmatt y adaptado por Fernando Sansegundo. Un texto que comenzó siendo un cuento, una fabula, con una moraleja: No es justo pasar por encima de quien se interpone en nuestros objetivos.
Una rara combinación esta: fantasía, abogados, moral, magia…
+ Info | Las otras averías (Más versiones de Die Panne)
