Podrán deciros que Follies es un musical, tal vez lo sea, pero para mi no. El Follies que me encontré en el Teatro Español es un montaje teatral, donde la música llega acompañada de unas grandes interpretaciones. En muchas ocasiones, interpretaciones más grandes que las propias voces.
Follies habla sobre el Amor y la Amistad. El amor y la amistad de dos parejas… Aunque tal vez no deba comenzar por ahí, si no por el principio. Para poneros en situación, el viejo teatro de Weismann’s Follies va a ser derruido para construir un Parking. El dueño, quiere hacer una despedida a lo grande, así que invita a las viejas glorias que en algún momento protagonizaron ese escenario… Este dueño es interpretado por el propio Mario Gas, suena a… ¿Despedida?
El Teatro Español se vistió para la ocasión, colocaron unas luces de neón por las paredes que daban cierto calor al espacio uno toques de abandono a ambos lados del escenario…
Muchos fueron los que pisaron el escenario, algunos no lo volverán a hacer más, otros están en su mejor momento profesional. A mi personalmente me gusto ver algunas caras, que por mi juventud no había tenido la oportunidad de ver en su propia naturaleza, interpretando, como es el caso de Asunción Balaguer. Respecto a Massiel, al principio pensaba que sobraba dentro de la propia actuación, pero después me quedo claro que el papel tenía que ser suyo, porque el propio personaje es como ella.
Por cierto, en la pausa aproveche para poder comprarme una publicación que ha sacado el Teatro Español, que comprende la programación de los 4 primeros años de Mario Gas. Un cofre lleno de recuerdos teatrales que ya tengo puesto en la estantería de mi habitación. Esperemos que saquen la publicación con los 4 años últimos.
¿Con que me quedo de este montaje? Principalmente con el recurso que han utilizado para enfrentar las escenas del pasado con el presente. Daba un toque muy mágico, ya que no perdía para nada la naturalidad de los dos momentos.
Por otro lado me quedo también con las dos protagonistas femeninas, tanto con Vicky Peña y con Muntsa Rius. La primera no acabo de convencerme en Un tranvía llamado deseo y la segunda era la primera vez que la veía y no me defraudo.
Lo siento por Carlos Hipólito pero no termino de encajarme en el papel de político galán e infiel… Le faltaba algo. Eso si, un gran trabajo para alguna gente que es la primera vez que hacían algo parecido a un musical.
No sé si el día que Mario Gas se valla del Teatro Español esté se convierta en un Parking, solo espero que yo pueda seguir disfrutando de cada espectáculo como lo he venido haciendo hasta ahora.
¡Hasta la vista Mario!
Me gustan tus impresiones sobre la obra y los personajes. Siempre son un buen filtro. Gracias
Carmen Cano
Bienvenida Carmen!! Muchas gracias a ti por leerme. Tus comentarios me animan para seguir escribiendo. Un fuerte abrazo!