Recientemente he ido a dos conciertos, en dos ciudades Europeas, con dos orquestas Británicas y dos directores Norte Americanos.
La orquesta de la ciudad de Birmingham (el CBSO) de la cual soy un aficionado desde hace tiempo toco en su propio auditorio excelente el ‘Symphony Hall’. Y en Francfort vimos la Orquesta Filarmonía en el antiguo teatro de opera ubicado en el centro de esta ciudad maravillosa. Fue interesante comparar el sonido en estos dos auditorios distintos. En Birmingham el sonido estaba muy claro pero en Francfort me parecía menos preciso.
En el programa de ambos conciertos hubo una sinfonía después del intervalo. En Birmingham fue el décimo sinfonía de Shostakovic compuso ocho años después de su novena sinfonía. Después del concierto hubo muchos aplausos entusiastas del publico la mayoría de lo cual eran jubilados como yo dado que fue un concierto matinal.
En estos momentos el mundo musical esta obsesionado por la música de Mahler porque este año es su centenario y hay numerosos conciertos para honrar su contribución a la música clásica. Escuchamos a su quinto sinfonía en el concierto que vimos en Francfort. Mis compañeros en el concierto de Francfort no son aficionados a la música clásica estaba y era consciente de que esta obra puede parecer sin fin con sus repeticiones y su lentitud pero para mi fue una representación magnifica y mis compañeros compartieron la misma opinión al final del concierto.
¿Y de los directores? En Birmingham fue Andrew Litton quien vi dirigir hace unas semanas en un concierto en Bristol con la Orquesta Sinfónica de Bournmouth. Comparado con el director en el concierto que vi en Francfort Litton es joven – Lorin Maazel ahora tiene mas de 80 años. Aunque no es un hombre muy alto tiene mucha autoridad, dirigió el concierto en Francfort sin partidura y revelaba su edad solo a veces cuando tenía que agarrarse a la tribuna durante la representación. También salio del escenario muy despacio aunque volvió muchas veces en respuesta a los numerosos aplausos del publico.
B.R.