Las operas de Verdi y Puccini forman una parte de los repertorios básicos de todos los teatros de ópera del mundo. Los dos compositores son muy diferentes. Giuseppe Verdi, nacido en 1813, fue a vivir a Milano en 1839 a pesar de que el conservatorio allí le había negado una plaza siete años antes. A pesar de varios decepciones, y la muerte trágica de sus hijas y mujer, su opera ‘Nabucco’ tuvo mucho éxito. Una series de operas distintivas y innovadoras que escribió seguidas fueron presentadas mas allá de Italia, a pesar del atractivo especial para su país mientras luchaba por la unidad y la libertad.
Verdi seguía componiendo, basando su música en el estilo de sus predecesores inmediatos. Eligio libretos con los cuales compartía simpatías políticas. Sus obras llegaron a ser más rica en melodías y orquestación. Las primeras representaciones de algunas de ellas fueron en Paris y San Petersburgo. La representación de ‘Aída’ en Cairo tuvo lugar en la ceremonia para abrir el Canal de Suez. Sus últimos operas fueron ‘Otelo’ dramática y misteriosa, y también la fantástica ‘Falstaff’. Paso sus últimos años en Milán, rico, respetado y visitado por los famosos.
Giacomo Puccini (1858-1924) nació en la bonita ciudad de Lucca. Yo he visitado su casa allí. Fue tan conmocionado por una presentación de ‘Aída’ en 1880 que decidió a empezar a componer opera el mismo. Estudiaba en el conservatorio de Milán. Su primer éxito fue ‘Manon Lescaut’ lo que le hizo famoso fuera de Italia. ‘La Boheme’ su obra más popular, no tuvo mucho éxito tras su primera presentación en Turín, no como ‘Tosca’ que adoraban los Romanos. ‘Madame Butterfly’ también llego a ser favorito entre el publico. La opera vaquera ‘La faniculla del West’ fue presentado por primera vez en el Metropolitan en Nueva York. ‘La Rodine’ considerados por muchos como su obra más débil (¡a mi me encanto cuando la vi hace unos años!), fue presentado en Monte Carlo. ‘Il trittico’ sus tres operas de solo un acto fueron publicados después – de las cuales la entretenida ‘Gianni Schicchi’ es la mas conocida. Finalmente, hay ‘Turandot’ unos de sus operas más extraordinarias no terminadas debido a su muerte. Existe una historia bien conocida en la cual el director Toscanini terminando la primera actuación se giro hacia el publico y con lagrimas dijo ‘Aquí el maestro dejo su pluma’.
A pesar de la sentímentalidad no hay música como la de Puccini, sus melodías, orquestación sensible, arias y duetos memorables le convierten quizás en el más asequible del genero para novatos de la ópera. B.R.