Algunas veces los políticos pretenden politizar todo y es una pena. Salamanca es una ciudad impresionante. Su patrimonio e historia la sitúan en un lugar central dentro de España. Visitar Salamanca, recorrer sus calles, dejarse llevar por su soberbia arquitectura, su legado histórico es una experiencia única, inolvidable, mágica…
La Universidad de Salamanca tiene más de 800 años. Está entre las cinco universidades más antiguas de Europa (Oxford, Bolonia, Cambridge, Paris…) su riqueza artística genera una admiración poco común. En América Latina son millones de personas que idolatran esta soberbia y monumental universidad y que cuando viajan a España sueñan en visitarla. Su fachada es un tesoro plateresco, en su claustro, el Aula Fray Luis de León, el Paraninfo donde todavía resuena la voz de Unamuno, la Biblioteca Antigua con joyas literarias únicas.
Te puedes peder horas y horas en las calles de Salamanca o en reencontrarte en su plaza Mayor (250 años), deambular por conventos, catedrales, iglesias y casas… Al final, queda en el recuerdo una ciudad imposible de abarcar, digna de respeto y admiración.
Hay veces que los políticos intentan crear polémica e instrumentalizan de forma oportunista. Los que hacen por los que no hacen, la polémica del archivo es ruin, cutre e inmerecida para Salamanca. Mal el gobierno, peor la oposición.
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