Hemos sobrepasado nuestra capacidad de asimilar información ¿soluciones?

Estamos en Agosto y este año en vez de viajar la opción ha sido disfrutar de casa, la familia y tratar de leer todo lo que tengo pendiente. Confieso que me siento sobrepasado. Pese a hacer un esfuerzo titánico apenas puedo leer el 5% de lo que me propongo y eso con jornadas que duplican frecuentemente el horario laboral, renuncias a la TV, el cine e incluso a la mismísima familia.

No sólo no somos capaces de asimilar tanta información, sino simplemente de seguirla. Creo que a todos nos pasa…

Crédito imagen: BBC

Exceso de información interesante y relevante

1. En cualquier tema hay una explosión de información y de conocimientos interesantísimos. Su seguimiento y no digamos su estudio se hace cada vez se hace más difícil o sencillamente imposible.

2. Nos vemos en la necesidad de «hibridar» conocimientos y esto significa duplicar, triplicar la información que nos interesa.

3. La información de calidad se ha dispersado en multitud de fuentes y geográficamente. No basta con seguir publicaciones concretas.

4. Las potenciales innovaciones disruptivas apremian y la necesidad de asimilarlas en toda su entidad se convierte en una cuestión de supervivencia. Hay que reinventarse continuamente…

En definitiva el tiempo es un recurso muy escaso en la vida actual. Y el coste de oportunidad de emplearlo en algo concreto se ha disparado. Si me dedico a leer el regalo de mi buen amigo Pedro Gil (Ivan Morris «La nobleza del fracaso«, excelente para comprender mejor a mis colegas japoneses), es a costa de revisar todo lo seleccionado por Zite sobre Bitcoin y dejar otras muchas rutinas de lectura, amén de la pila de informes pendientes en mi mesa de despacho.

Tenemos herramientas muy potentes ¿pero son suficientes?

El sistema digital nos ha dado respuestas y herramientas muy potentes y el desarrollo de una nueva cultura de la información. Algunas de las clásicas, lectores RSS, alertas.. han quedado superadas por otras más sofisticadas, pero insuficientes.

Hay una tendencia espontánea hacia el aprovechamiento de la inteligencia colectiva en la selección e identificación de la información relevante. Twitter con sus 140 caracteres,  y luego, estrechamente ligadas herramientas de sistematización como Flipboard o Zite.

 La economía de la atención y la era del móvil

Todo muy operativo y ahorrador de tiempo. Pese a esto tenemos un grandísimo problema a la hora de administrar correctamente nuestra «economía de la atención» y sus enormes implicaciones.

Los editores de The New York Times, The Guardian, El País o El Mundo quizás no son del todo conscientes de que el gran problema que les afecta es su dificultad para captar la atención de sus lectores. Pese a la calidad de sus publicaciones, sus lectores convencionales encuentran en la red infinidad de materiales atractivos e interesantes que compiten exitosamente en la captación de su atención.

En la era del Internet móvil todo esto se agudiza. Una gran parte de la industria de Internet es consciente de esto y proponen productos como los vídeos de 7 segundos para diversión (Vine) o de dos minutos para la formación (ej. los MOOCs)-

De este ejercicio colectivo nada ni nadie se ha librado, especialmente el mundo de los negocios y las empresas. Pensemos que, pese al gran esfuerzo de síntesis que representan las presentaciones, todo es poco para sintetizar, y la prueba es la vigencia de recursos como el elevator speech. O qué decir de un Lean Canvas vs Plan de Negocio. Todo un ejercicio de
identificar de forma clara, sintética y flexible las variables
relevantes de un negocio en un pequeño mural.

¿Soluciones?

Todas estas soluciones sólo ponen en evidencia la entidad del problema. Ha llegado un punto en que mi correo está colapsado de propuestas e información interesante que me envían mis amigos. El timeline de mi Twitter es inabordable, pese a que me limito (con todo el dolor de mi corazón) a seguir a sólo 174 personas. Tengo mi veintena de informes pendientes y una decena de temas de Zite que apenas puedo seguir en un 10% (no menciono Linkedin, Youtube, Google +, FB, Whatsapp, Pinterest, Istagram, Mis Recetas…). Me tengo que reprimir para no entrar en Technology Review, Wired, TechCrunch, Mashable, Fast Company, The Next Web, y decenas de blogs.

 

Imagen créditos: gizmodo.com

No hay forma de arreglar esto. Aunque tuviera un montón de curators que se encargaran de filtrar a otros curators.  Por mucho que esté conectado todo el tiempo con el ordenador, la tableta, el móvil, el GPS, la TV y la Google Glass (que me acaban de regalar :-).

Os aseguro que empiezo a estar seriamente frustrado. Mi última esperanza la tengo puesta en el análisis del Big Data y una cierta programación que nos ayude a tomar decisiones. Algo así como un cuadro de mando simplificado. Y el resto, selectivamente, hacerlo por placer. Pero soy consciente de que no es lo mismo.

No quiero ser pesimista. Seguro que la Ciencia y la Tecnología nos darán respuestas en un futuro próximo. Ya es una realidad el hecho de que los superordenadores hacen descubrimientos que los científicos no pueden (aconsejo su lectura). Ningún investigador puede leer todos los artículos y trabajos que se publican en su campo, pero las máquinas lo están haciendo por ellos y logran descubrimientos propios a través de la minería de datos que representa la literatura científica.

Recordemos con humor que la ciencia ficción ya se ha adelantado a nuestros compañeros de neurociencias facilitando el aprendizaje mientras dormimos plácidamente; e incluso a los biólogos e informáticos haciendo realidad el trasvase desde el disco duro del ordenador al disco duro del cerebro. Seguro que todos recordáis la escena de la película Matrix. Felices vacaciones y que el tiempo nos acompañe!

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2 Respuestas

  1. Anónimo 10 años ago
    • andres 10 años ago

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