YouTube pone ID a los vídeos
Google ha puesto en marcha en YouTube una nueva tecnología de marcas digitales, en un intento de frenar la aparición de películas y programas de TV en su popular servicio.
La nueva tecnología, llamada “YouTube Video Identification”, ha sido desarrollada durante meses en colaboración con socios de contenidos entre los que se encuentran Time Warner y Disney.
Cada minuto se suben unas seis horas de vídeo a YouTube y desde que Google lo compró por 1.650 millones de dólares el pasado año, el sitio ha pasado a ser el objetivo de cada vez más empresas de comunicación, que lo acusan de ayudar a los usuarios a violar el copyright. En marzo, Viacom, propietaria de los estudios de Hollywood Paramount y DreamWorks, inició una demanda de 1.000 millones de dólares contra YouTube por violación de copyright.
La nueva tecnología, lanzada esta semana en versión «beta test», requiere que los medios de comunicación envien sus contenidos a Google para que puedan ser marcados digitalmente con una «huella» o «marca de agua», lo que permite controlar posteriormente si alguien intenta subir parte de dicho contenido o todo a YouTube.
Las empresas de comunicación podrán decidir si quieren que su contenido no se pueda subir nunca a YouTube; si prefieren, permitir la subida y realizar un seguimiento de cuántas veces es visualizado por los usuarios; o bien, permitir la subida de su contenido y hacer dinero con él a través de la plataforma de publicidad de Google.
Sin embargo, la nueva tecnología no hará frente a los millones de clips de material con copyright que ya se encuentran en el sitio Web. En estos casos, las empresas deberán seguir la ruta habitual de encontrar el material protegido y pedir su retirada a YouTube. Google marcará entonces dicho material para que nadie pueda volver a subirlo.
Cualquiera que intente subir al sitio un material que haya sido marcado recibirá un mensaje de aviso indicando que el propietario de dicho contenido ha prohibido su visualización en YouTube; además se recuerda al usuario que puede plantear una queja a la dirección si cree que el contenido en cuestión no está protegido por copyright.
Fuente: The Guardian