El mundo del automóvil está en plena ebullición, como casi todos los sectores económicos en el entorno VUCA (volatility, uncertainty, complexity and ambiguity) que nos está tocando vivir, terreno abonado para que, sobre la base común de la creatividad y de la orientación al cliente, surjan innovaciones propiciadas por la integración de los conceptos y las tecnologías que están irrumpiendo en escena, desde múltiples fuentes, y de forma continua.
El diseño de un nuevo tipo de neumático fabricado con impresoras 3D, la conducción autónoma, la economía colaborativa, el Internet de las cosas (el coche conectado), la emergente generación de seguros (insurtech), los nuevos sistemas de financiación (fintech), la inteligencia artificial, el big data, …son elementos interrelacionados, cuya convergencia puede generar innovaciones disruptivas de gran trascendencia social y económica en el ámbito del transporte terrestre.
¿El neumático del futuro?
Goodyear acaba de presentar en Ginebra un revolucionario prototipo de neumático, en forma de esfera, dotado de un pequeño ordenador en su interior, el Eagle-360, que puede afectar sustancialmente al modo de conducir, de aparcar y de maniobrar un automóvil, de forma más cómoda y segura, así como al propio diseño de los coches en un futuro más o menos cercano.
Esta rueda esférica, basada en el concepto de levitación magnética, y preparada para la conducción autónoma, no estaría conectada físicamente al coche sino que se controlaría desde el ordenador central del automóvil.
El Eagle-360 se podría fabricar con impresoras 3D, lo que permitiría una mayor adaptabilidad a las condiciones atmosféricas de cada zona, así como un abaratamiento de los costes de producción y de distribución.
Los signos del futuro están siempre en el presente. Quizá, dentro de unos años, nuestros propios zapatos o algún dispositivo de uso personal, fabricado en casa con una impresora 3D, va a revolucionar la forma de desplazarnos por las ciudades en trayectos cortos. O quizá se haga realidad el “coche volador”, como propone esta original idea presentada por Volkswagen en 2012.
La conducción autónoma
Con el lejano y consolidado precedente de los pilotos automáticos de los aviones, y el más cercano de los drones, no deja de sorprender que el concepto de conducción autónoma esté dando ahora sus primeros pasos, bien que parecen ser firmes y que prometen un avance muy rápido y una implantación generalizada en muy pocos años.
De hecho, hace unos pocos meses ya se puso en circulación en España el primer coche sin conductor, realizando sin problemas el trayecto Vigo-Madrid, y contando, por supuesto, con la pertinente autorización de la Dirección General de Tráfico para este tipo de pruebas.
Compañías de software como Google o Apple han diseñado prototipos de coches autónomos, en cuyas pruebas, de necesaria coexistencia con los vehículos normales, se han presentado algunos problemas, derivados del comportamiento humano y del respeto a las normas de tráfico, pero, en ningún caso, de índole técnica.
Las previsiones apuntan a que en 2035 habrá más de 85 millones de coches autónomos en el mundo. Hace muy poco tiempo se deslizó el rumor, ya desmentido, de que UBER, una compañía cuyo modelo de negocio se basa en no disponer de coches propios, en un cambio de estrategia sin precedentes, había comprometido, al parecer, la compra de 100.000 vehículos , híbridos, de conducción semiautónoma, con Mercedes-Benz, y otra importante cantidad de vehículos autónomos con TESLA.
Como es lógico, el transporte de mercancías y de viajeros por carretera también se verán afectados por esta imparable corriente automatizadora, una de cuyas principales consecuencias será la drástica disminución de accidentes, que en el 70% de los casos son debidos a fallos humanos.
De hecho, Mercedes-Benz anunció hace dos años la comercialización de su espectacular Future Truck en 2025, un camión que será más seguro, más ecológico, menos costoso en términos de combustible y más cómodo para el supervisor-conductor bajo cuya responsabilidad circulará. Lo que no sabemos es si estos nuevos tipos de vehículos vendrán ya equipados con los neumáticos esféricos de Goodyear.
Los nuevos servicios: financiación y seguros
Las disrupciones tecnológicas suscitan, al mismo tiempo, las condiciones para que florezcan nuevos servicios relacionados con ellas, siempre bajo la regla de oro de la innovación: la orientación al cliente.
La financiación y los seguros son campos indisolublemente ligados al mundo de la automoción y relacionados entre sí, no en vano se acaba de crear la Asociación española de fintech y de insurtech, con objeto de propiciar el desarrollo de start-ups en estas materias.
https://www.linkedin.com/pulse/join-first-insurtech-bay-area-focused-question-why-new-loilier
El fenómeno fintech y cómo afecta al negocio bancario está de plena actualidad. Los gigantes de Internet, con su dominio de la tecnología, y su gran poder fidelizador y de conocimiento de sus usuarios, suponen una amenaza inminente para el negocio financiero tradicional.
La relativización de la importancia de la propiedad del vehículo y la extensión del concepto de pago por uso, unidos al tratamiento personalizado de los clientes que permite el análisis de datos masivos, big data, por parte de las compañías, están propiciando la aparición de los nuevos servicios de seguros (insurtech), basados en los kilómetros recorridos, los hábitos saludables y el estilo de conducción, así como el surgimiento de negocios complementarios, dentro del concepto de innovación abierta, como servicios de movilidad y mensajería para personas accidentadas, o de prevención de la salud.
Los retos están continuamente servidos. Ahora, más que nunca, en entornos VUCA, la imaginación al poder.
