Según este artículo de Technology Review, podría estar preparándose una revolución en el campo de los anuncios de vallas publicitarias. ¿Por qué no permitir que la gente interactúe con el anuncio en lugar de presentar una imagen estática? Esa es la idea del gigante de la electrónica Samsung y la empresa de publicidad interactiva Reactrix Systems que han decidido ir más allá de las pantallas táctiles para intentar que las indicaciones realizadas con las manos sean la interfaz informática del futuro.
Las dos compañías se han asociado para instalar pantallas interactivas de 57 pulgadas en los vestíbulos de los hoteles Hilton a finales de año. Estas pantallas pueden «ver» a las personas que se encuentran a una distancia de hasta 4,5m de ellas y detectar los movimientos de sus manos para jugar a videojuegos, navegar por menús y utilizar mapas.
Con el éxito de la Wii, el iPhone y la pantalla táctil de Microsoft, «la gente está más predispuesta a interactuar con sus manos y gestos», señala Matt Bell, científico jefe y fundador de Reactrix. Es fácil ver que una interfaz basada en gestos podría funcionar muy bien para videojuegos y mundos virtuales y, de hecho, algunas compañías como la belga Softkinetic ya hacen sistemas para estas necesidades. Pero Reactrix pretende utilizarlo en el mercado de la publicidad de exteriores, tradicionalmente dominado por grandes imágenes estáticas, como las vallas publicitarias.
Básicamente, la idea del sistema de Reactrix, consiste en utilizar una cámara 3D para detectar los movimientos corporales del usuario y, a continuación, utilizar unos algoritmos de visión por ordenador para dar sentido a las imágenes. Hay muchos tipos de cámaras capaces de captar escenas en 3D, señala Bell, pero en sus modelos actuales, fabricados en conjunto con Samsung, la compañía está utilizando una cámara estereoscópica de dos lentes. Junto a la cámara hay una luz de infrarrojos que proyecta un patrón invisible sobre las personas que se encuentran frente a la pantalla. Cada lente capta una vista ligeramente diferente de lo que está pasando y, en función de la disparidad de las imágenes, el sistema puede distinguir distancias de hasta una fracción de una pulgada.
Cuando la cámara recoge la información la envía automáticamente a un procesador especializado para que analice los datos en profundidad. Es entonces cuando entran en juego los algoritmos de Reactrix con el fin de desambiguar a personas y objetos.
Además del hardware y los algoritmos, señala Bell, Reactrix está pensando también cuál será el mejor diseño para la interfaz de usuario. Al igual que sucede con la tecnología de pantallas táctiles, se ha experimentado mucho con las interacciones basadas en gestos, pero todavía no está claro qué tipo de interfaz funcionaría mejor para la mayoría de la gente. Por ejemplo, los ingenieros todavía no han ideado el mejor modo de interactuar con un botón virtual. Puede parecer una tontería, pero no está claro cómo pulsar un botón cuando no hay nada que tocar. «Es una oportunidad interesante para crear un estándar de interacción gestual con pantallas», señala Bell. «Queremos ser los primeros en crearlo».
En cuanto a las pantallas que se instalarán en los hoteles Hilton, Bell espera que los turistas puedan jugar a videojuegos relacionados con atracciones locales y navegar por menús en busca de más información. De este modo, la gente se podrá divertir interactuando con la publicidad, en lugar de simplemente ojear un folleto.