Una combinación de Streaming y P2P promete mejorar la calidad y oferta de programas de televisión por Internet.
Según un artículo publicado la semana pasada en The Guardian, ver programas de TV a través de Internet puede ser complicado. Normalmente la descarga de un programa después de su emisión por televisión es ilegal. Y la descarga por sitios legales como iTunes de Apple suele ser lenta.
La descarga de un archivo implica que se debe completar su transferencia antes de poder utilizarlo; el streaming, en cambio, envía un flujo continuo de datos que permite visualizar el archivo antes de que haya completado la recepción. De este modo, un archivo enviado con esta tecnología se abre en cuestión de segundos, aunque por lo general no queda almacenado en el disco duro.
Sin embargo, hay una serie de inconvenientes. Por una parte la fiabilidad: no hay nada más frustrante que estar viendo un contenido vía streaming y perder la conexión. Por otra, cuando se consigue una buena velocidad de descarga y, por tanto, un streaming fluido, siempre queda el problema de la calida de la imagen.
«Uno de los problemas es que Internet no se estableció con la idea de ofrecer vídeos de alta resolución», señala Phill Robinson, de CacheLogic. «Ya hay 2 exabytes de datos fluyendo por Internet y va a aumentar con los años hasta los 8 exabytes. El motivo es la transmisión de vídeos».
La mayoría de las emisoras de todo el mundo ha adoptado la tecnología streaming, pero únicamente para ofrecer cantidades limitadas de contenidos en sus sitios Web. Sin embargo, con una búsqueda rápida en Internet es fácil encontrar numerosos sitios con enlaces en los que se pueden ver programas de TV vía streaming. El problema es que, en la mayoría de los casos, estos sitios no son los propietarios de los programas que ofrecen.
Algunos de estos sitios, como YouTube, han sido obligados a retirar todos los contenidos con copyright de su sitio, pero otros más pequeños o menos conocidos continúan ofreciendo enlaces a programas de TV. Por lo general, estos sitios no suelen alojar los programas, pero dirigen instantáneamente al usuario a otros sitios que sí lo hacen. Los estudios de cine y medios de comunicación tradicionales, en cambio, tardan mucho en poner sus contenidos en Internet para intentar sacarles el máximo beneficio. Esto hace que habitualmente sea más fácil obtener contenidos ilegales que legales a costa de una óptima calidad de imagen.
«18 millones de personas ven ‘Mujeres desesperadas’ en los EEUU. Si tuviesemos que codificarla a una resolución elevada (unos 2mbps) para su transmisión por Internet, necesitaríamos unos 36 terabytes por segundo de capacidad para que los 18 millones de personas pudieran verlo vía Web», añadió. «La totalidad de Internet funciona entre 1 y 10tbps, lo que implica que sería necesario triplicar o cuadruplicar la capacidad actual de Internet sólo para transmitir un programa».
Un opción para esto es la de tener múltiples copias de un archivo en los ordenadores más próximos al cliente. Esto lo que hacen los programas P2P. «La solución está en combinar las dos tecnologías en una red híbrida», señala Robinson. «De ese modo se podría garantizar una experiencia de transmisión de calidad desde el primer segundo de envío».
En vista de las oportunidades que ofrece esta combinación de streaming y P2P, han empezado a proliferar toda una serie de nuevos medios de comunicación con diferentes enfoques. Todos ellos se encuentran, de momento, en fase beta, con lanzamiento previsto para el 2008.
Fuente: BBC Technology