Un nuevo parche podría llegar a monitorizar la salud de una persona utilizando minúsculas muestras de sudor. El parche lo está desarrollando Biotex, un consorcio de empresas e institutos de investigación europeos, entre los que se encuentra el Centro Suizo de Electrónica y Microtecnología (CSEM).
La mayoría de las prendas de ropa diseñadas para monitorizar la salud se basan en medidas fisiológicas, como la temperatura corporal y el ritmo cardíaco. Este es uno de los primeros intentos de analizar, por medio de la ropa, señales bioquímicas de forma continuada. El equipo utilizó un novedoso enfoque para realizar un seguimiento de una combinación de hilos hidrofílicos e hidrofóbicos tejidos entre sí para canalizar el sudor hacia los sensores. Mediante acciones naturales de atracción y repulsión para mover el sudor, el método evita también la necesidad de fuentes de energía adicionales, que añadirían más volumen al dispositivo, haciendo que fuese menos apropiado para su uso diario.
Una vez que el tejido ha dirigido unos cuantos mililitros de sudor hasta el parche, los sensores determinan la cantidad de potasio, cloruro o sodio que presenta. La medición de estos electrolitos puede ayudar a conocer el metabolismo de una persona. Comparando las cantidades de los electrolitos con las mediciones de referencia, un sistema de este tipo podría indicar si el usuario se encuentra estresado o ha realizado un sobreesfuerzo, señala Jean Luprano, coordinador del proyecto del CSEM.
Cuando los diminutos depósitos están llenos de sudor, el usuario tira la parte química del parche, que tiene un tamaño de 12 a 25 cm. La cinta o camisa con el parche incrustado se puede lavar y los dispositivos electrónicos de monitorización pueden ser reutilizados.
«La idea de Biotex es ir más allá que los sistemas normales de medida», señala Luprano. Además de los electrolitos, sus sensores pueden detectar también otros factores más habituales como el PH, el pulso, la conductividad del sudor y la saturación de oxígeno.
Luprano y sus colegas planean probar el parche para ver cómo funciona con dos grupos clave: diabéticos y niños obesos. Aparte del beneficioso autoseguimiento que el parche les permitiría realizar sobre sí mismos, el sistema podría ayudar también a los investigadores a reunir más datos sobre estos grupos. Según Luprano, durante las dos próximas semanas, se probará el sistema en unos 10 sujetos, que llevarán el sensor en la espalda mientras montan en bici; mientras tanto, los médicos leerán los resultados en tiempo real.
Fuente: Technology Review