La neutralidad en Internet ¿podría frenar la innovación?

Technology Review, la revista del MIT, recoge en un artículo las posiciones que defienden las operadoras en contra de la neutralidad de internet. Por su interés, dado el reciente posicionamiento de Obama a favor de su neutralidad, hacemos una síntesis del mismo.

Hace dos años Mung Chiang, profesor de ingeniería eléctrica en Princeton, hizo un llamamiento a la industria inalámbrica para que ofreciese a sus clientes unos precios variables que aumentasen durante los períodos de mayor congestión de tráfico y disminuyesen en los períodos de menos tráfico. Antes de la llegada de los teléfonos inteligentes algo así habría sido imposible pero, en la actualidad, bastaría con desarrollar una aplicación que avisara a los consumidores de los picos de tráfico para que adaptaran sus actividades a los períodos más baratos. Con este sistema, todo el mundo saldría beneficiado:

  • Los consumidores podrían posponer las tareas menos urgentes, como la descarga de mensajes de Facebook, cuando subieran los precios y ahorrarse así mucho dinero.
  • Y las compañías también ahorrarían dado que, al llevar a los clientes a reducir el tráfico durante los picos, algunas actualizaciones costosas de la red ya no serían necesarias.

Chiang patentó su idea y creó una compañía, llamada DataMi, para desarrollar el software necesario. Diversos inversores ángel y de riesgo invirtieron 6 millones de dólares en la compañía. Sin embargo, la idea no fue adelante y la compañía se ha visto obligada a reorganizarse para desarrollar otros servicios. El motivo no tiene nada que ver con que DataMi no lograra sus objetivos. En las primeras pruebas con usuarios, proporcionó todo lo reflejado en su patente, pero la política se interpuso.

Se generó un gran debate acerca de en qué medida las operadoras de Internet deben estar sujetas al concepto conocido como «neutralidad de la red«.

¿Pero qué es la neutralidad de la red?

A groso modo, la idea es que los proveedores de servicios de Internet (ISP) no deben ofrecer un trato preferente a ciertos tipos de contenido, sino enviar todo a sus clientes haciendo el máximo esfuerzo para que vaya lo más rápido posible.

Es decir, nadie puede pagar a los ISP para tener una «vía rápida» al hogar de los usuarios, las operadoras no pueden mostrar favoritismos hacia ninguno de sus propios servicios o aplicaciones y no se puede ralentizar ni bloquear a nadie que proporcione un contenido legal.

Sin embargo, la neutralidad de la red es sólo un principio y no una ley.

¿Por qué algunos no están de acuerdo?

Algunos ingenieros de redes temen que unas normas de neutralidad de la red excesivamente estrictas puedan limitar su capacidad para reconfigurar Internet con el fin de que sea capaz de manejar las crecientes cargas de tráfico.

Dipankar Raychaudhuri, profesor de ingeniería eléctrica e informática en la Universidad de Rutgers, señala que Internet nunca ha sido del todo neutral. Las redes inalámbricas, por ejemplo, han dispuesto durante muchos años de herramientas que permiten identificar a los usuarios cuyas conexiones débiles afectan al funcionamiento de la red, ralentizando el tráfico. La tecnología de las operadoras restringe rápidamente el acceso de este tipo de usuarios, para que la mala conexión de una persona no genere un atasco de tráfico para los demás usuarios.

En opinión de Raychaudhuri, Internet ha sido capaz de progresar porque, hasta ahora, la neutralidad de la red se ha tratado como uno de los muchos objetivos deseables; que debe estar en equilibrio con los demás. Si la neutralidad de la red se vuelve completamente inviolable, las manos de los inventores estarán atadas y eso dificultará otros tipos de progreso.

A veces, las dos partes que debaten acerca de la neutralidad de la red parecen hablar dos idiomas diferentes, arraigadas en dos maneras diferentes de ver Internet. Estas perspectivas contrarias reflejan el hecho de que el Internet es una red descentralizada que surgió de forma ad hoc y, por lo tanto, no existe una normativa de constitución a la que recurrir para resolver el debate.

El debate de la neutralidad en Internet

En 1981, los científicos informáticos Jerome Saltzer, David Reed y David Clark publicaron un artículo (“End-to-End Arguments in System Design”) que expone el famoso principio de extremo a extremo; un trabajo que adquirió una enorme popularidad a medida que Internet creció. Según el profesor de derecho de Harvard, Lawrence Lessig, la falta de un control centralizado plasmada en este principio de extremo a extremo ha sido precisamente una de las principales razones por las que Internet ha tenido la innovación y el crecimiento que ha tenido.

Partiendo de esa idea, en 2002, cuando era profesor de derecho en la Universidad de Virginia, Tim Wu escribió en un artículo que el principio de extremo a extremo estimula la innovación porque hace posible “una competición darwiniana entre todos los posibles usos de Internet, de manera que sólo los mejores sobrevivan». Según él, la «neutralidad de la red» es necesaria para eliminar el sesgo a favor o en contra de cualquier aplicación concreta.

Barbara van Schewick, destacada investigadora de Internet en Stanford y antiguo miembro del equipo de investigación de Lessig, advierte que:

  • Hay que poner restricciones a las empresas con ansia de lucro a la hora de elegir cómo manejar los diversos tipos de tráfico: de lo contrario ,»continuarán cambiando la estructura interna de Internet de forma que les favorezca a ellas y no necesariamente a los demás».
  • Hay que evitar que los proveedores de Internet promuevan sus propias versiones de populares servicios de mensajería (tales como la telefonía o la mensajería por Internet), mientras reducen o bloquean la capacidad de sus clientes para utilizar los servicios independientes (como WhatsApp o Skype).
  • Sería un error dejar que las operadoras cobren a los creadores
    independientes de contenidos y servicios por garantizarles el
    mejor acceso posible a los usuarios finales
    , porque eso «haría que fuese
    más difícil para los emprendedores conseguir financiación exterior».

 


¿Podrían los ISP amañar sus redes?

Los proveedores de servicios de Internet han insistido públicamente en que nunca amañarían sus redes para promover sus propias aplicaciones, dado que un favoritismo tan evidente haría que sus clientes abandonasen el servicio en masa, pero los escépticos rebaten esta afirmación recordando que en muchos lugares, los consumidores no tienen más remedio que seguir con su proveedor de banda ancha actual, porque apenas hay competencia.

Sin embargo, mientras van Schewick y otros defensores tratan de promover una «Internet abierta», establecer demasiados principios generales para Internet hace que muchos ingenieros se sientan incómodos.

¿Como afecta el principio de neutralidad a los vídeos?

Un principio fundamental de la neutralidad de la red es que se deben aplicar «los mejores esfuerzos» por igual al transmitir cada paquete que circula por Internet, independientemente de quién sea el remitente, el destinatario o la operadora.

Sin embargo, las transmisiones de vídeo y voz son mucho más vulnerables a los errores, retrasos y pérdida de paquetes. Si algunos consumidores quieren que su conexión a Internet les proporcione películas de resolución ultra alta con una fidelidad perfecta, necesitarían acuerdos más flexibles que pudieran priorizar el vídeo, dice Michael Katz, economista de la Universidad de California, Berkeley, que ha trabajado para la FCC y como asesor de Verizon. La eficiencia podría ser más deseable que un estricto apego a la equidad para todos los bits.

Fuente: Technology Review

El caso de Netflix

Hace un año aproximadamente, las velocidades de descarga de los clientes de Netflix se ralentizaron enormemente al intentar visualizar programas populares y algunos programas ni siquiera cargaban, independientemente de la operadora del cliente. El motivo: se produjo una una congestión en la red que hizo que las velocidades de transmisión cayeran hasta un 30%, según los propios datos de Netflix.

En marzo pasado, el CEO de Netflix, Reed Hastings, arremetió contra los
principales proveedores de servicios de Internet de los EE.UU.,
acusándolos de limitar el rendimiento de Netflix y presionar a su
compañía para pagar unas elevadas tarifas de conexión. En comunicaciones
con la FCC, Netflix pidió «que se reforzara» la neutralidad de la red.

 
Sin embargo, la situación no es tan blanca ni tan negra como sugerían los mensajes indignados de Hastings.

Según algunas estimaciones, el tráfico de Netflix el año pasado
equivalió hasta un tercio de todo el tráfico de Internet de los EE.UU.
los viernes por la noche. Las operadoras tuvieron unos elevados costes
relacionados con las conexiones de red adicionales, conocidas como
puntos de interconexión, que tuvieron que instalar para poder manejar
este tráfico creciente. Netflix resolvió el problema pagando la mayoría
de los puntos de interconexión que necesitaron las operadoras.
De forma
estratégica, Netflix se está preparando para poner sus servidores en las
instalaciones de los proveedores de servicios de Internet,
proporcionándoles un acceso más fácil a su contenido.

Fuente: Technology Review

¿Es habitual que las grandes empresas paguen para que sus contenidos lleguen mejor a los usuarios?

Durante muchos años, los sitios con un elevado volumen de tráfico gestionados por Facebook, YouTube, Apple y similares, han negociado acuerdos con muchas empresas que transportan los datos hasta el proveedor de servicios de Internet del usuario para asegurarse de que los contenidos más populares se distribuyen en las mejores condiciones posibles.

A menudo, eso significa pagar a una empresa como Akamai para que almacene copias de los contenidos de gran demanda en varios servidores de todo el mundo, de forma que un pico de demanda como el de la Copa del Mundo genere la menor tensión posible en Internet a nivel global.

La tasa cero

En el resto del mundo, en donde no se habla tanto de la neutralidad
de la red, están surgiendo algunos enfoques innovadores para la fijación
de precios de la Internet inalámbrica.

El más popular es el de la «tasa
cero
«, en el que se permite a los consumidores probar ciertas
aplicaciones sin tener que pagar por el uso de ancho de banda. Son los
proveedores de las aplicaciones quienes pagan a las operadoras de
telefonía móvil por ofrecer ese acceso
, con el objetivo de incrementar
rápidamente su cuota de mercado.

En gran parte de África, las personas
con planes de uso limitado pueden disfrutar de acceso gratuito a
Facebook o la Wikipedia mediante este sistema. Estos acuerdos pueden
ayudar a mantener bajas las facturas de telefonía móvil y, posiblemente,
incluso lograr que alguna gente se conecte a Internet por primera vez.

Los defensores de la neutralidad de la red en contra de la tasa cero

La
tasa cero puede parecer algo genial para los consumidores de todo el
mundo, pero los defensores de la neutralidad de la red como Jeremy Malcolm,
analista senior de política mundial en la Electronic Frontier
Foundation, se oponen a este sistema, porque permite a
los proveedores de contenidos pagar a las operadoras por acceder a los
consumidores.
En su opinión, no se puede confiar en las operadoras en
ninguna situación que involucre ofertas especiales por ciertos
servicios.

¿Cuál deberá ser entonces el futuro de Internet?

Según Hundt, presidente de la FCC de 1993 a 1997, la lucha de
Netflix no debe distraer a los reguladores que están tratando de
averiguar el mejor modo de mantener Internet libre. Se deberían centrar
en garantizar que los clientes habituales tienen acceso a una Internet
de alta velocidad lo más barata y fiable posible; y que los pequeños
editores de contenidos de Internet pueden distribuir su trabajo.

Gran parte de los grupos de presión a favor de la neutralidad de la red provienen de las grandes empresas que cotizan en bolsa, que hacen alusiones momentáneas al bienestar de la nuevas empresas tecnológicas que pueden empezar su andadura en un garaje, pero en realidad se centran principalmente en las controversias que afectan a las grandes empresas de Internet. Una diminuta startup de vídeos no genera un volumen de tráfico suficiente como para obligar a las operadoras a instalar puntos de interconexión adicionales.

Cuando Tim Wu habló sobre la neutralidad de la red hace diez años, la describió como un modo de garantizar la máxima competencia en Internet. Sin embargo, en el debate actual, ese razonamiento corre el peligro de convertirse en una defensa proteccionista del status quo.

La evolución de Internet nos ha enseñado que la innovación llega rápidamente y de forma inesperada.

En definitiva: Necesitamos una estrategia de neutralidad de la red que impida que los grandes proveedores de servicios de Internet abusen de su poder, pero que les permita, al mismo tiempo, optimizar Internet para la próxima ola de innovación y eficiencia.



Fuente: technologyreview.com

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