Desalinización con luz solar

Una nueva planta depuradora de Arabia Saudí utilizará tecnología punta de energía solar.

Arabia Saudí cubre gran parte de sus necesidades de agua potable mediante la eliminación de sal y otros minerales del agua de mar. Ahora, el país planea utilizar uno de sus recursos más abundantes para hacer frente a su escasez de agua dulce: el sol. La Agencia Nacional de Investigación de Arabia Saudí, denominada Ciudad para la Ciencia y la Tecnología del Rey Abdulaziz (o KACST por sus siglas en inglés), está construyendo en la ciudad de Al-Khafji lo que será la mayor planta de desalinización impulsada por energía solar del mundo.

La planta utilizará un nuevo tipo de tecnología fotovoltaica (PV) solar concentrada y una nueva tecnología de filtración de agua que la KACST desarrolló junto con IBM. Cuando se haya completado a finales de 2012, la planta producirá 30.000 metros cúbicos de agua desalinizada al día para satisfacer las necesidades de 100.000 personas.

El objetivo principal de la KACST es reducir el coste de desalinización del agua. Actualmente, la mitad de los gastos de funcionamiento de una planta de desalinización provienen del consumo de energía y la mayoría de las plantas hoy en día funcionan con combustibles fósiles. Dependiendo del precio del combustible, producir un metro cúbico de agua potable cuesta ahora entre 40 y 90 centavos de dólar.

Sin embargo, reducir los costes no es la única razón por la que durante décadas se ha soñado con combinar las energías renovables con la desalinización, señala Lisa Henthorne, directora de la Asociación Internacional de Desalinización. Arabia Saudí, el principal productor de agua desalinizada del mundo, utiliza 1,5 millones de barriles de petróleo al día en sus plantas, según Arab News.

Las plantas de desalinización suelen utilizar la destilación. Las futuras plantas, entre ellas la de Al-Khafji, utilizarán un proceso llamado ósmosis inversa, que obliga al agua del mar a pasar a través de una membrana de polímero utilizando la presión para filtrar la sal.

La nueva membrana elimina el 99,5% de la sal del agua del mar. Esta cifra es comparable a la obtenida con las membranas de poliamida convencionales, señala Menachem Elimelec, de la Universidad de Yale. «Es necesario lograr estos niveles de eliminación, de lo contrario no podríamos conseguir una buena calidad del agua con una sola pasada y habría que desalinizar de nuevo».

La planta desalinizadora de Al-Khafji es el primer paso de los tres que conforman el programa energía solar puesto en marcha por la KACST para reducir los costes de la desalinización. El segundo paso serán unas instalaciones de 300.000 metros cúbicos y en la tercera fase se construirán algunas plantas más de desalinización mediante energía solar en diversos lugares.

Fuente: Technology Review


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