Batería de Papel

Las baterías hechas de simple papel de fotocopiadora podrían dar lugar a futuros dispositivos de almacenamiento de energía del grosor de una hoja de papel.

El enfoque se basa en utilizar nanotubos de carbono –diminutos cilindros de carbono– para almacenar una carga eléctrica.

Aunque las baterías de nanotubos a pequeña escala ya han sido demostradas anteriormente, este enfoque de papel común permite fabricar dispositivos de mayor tamaño por menos dinero.

El trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, podría dar lugar a dispositivos de almacenamiento de energía «sobre los que se puede pintar».

Debido a su estructura de millones de diminutas fibras interconectadas, el papel es un buen candidato para sujetar los nanotubos de carbono, proporcionando una estructura sobre la que construir los dispositivos.

No obstante, el papel también tiene una elevada resistencia mecánica y se puede doblar, enrollar o plegar más que las superficies de metales o plásticos utilizadas actualmente o en desarrollo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford comenzó a investigar con papel de fotocopiadora genérico, pintándolo con una «tinta» hecha de nanotubos de carbono.

El papel recubierto se sumergió, a continuación, en disoluciones que contenían litio y un electrolito para fomentar la reacción química que genera la corriente eléctrica de una batería.

El papel actúa para almacenar la carga eléctrica procedente de la reacción. Utilizar el papel de este modo podría reducir hasta un 20% el peso de las baterías, por lo general, fabricadas con colectores de corriente metálicos.

Estas baterías también son capaces de liberar rápidamente la energía almacenada en ellas. Esa característica es especialmente valiosa para aplicaciones que requieren ráfagas rápidas de energía, como los vehículos eléctricos, aunque el equipo no tiene planes inmediatos de desarrollar baterías de vehículos.

Liangbing Hu, autor principal de la investigación, señaló que el aspecto más importante de la demostración es que el papel es un material barato y muy conocido, lo que incrementa las probabilidades de expansión de la tecnología.

«El papel común de fotocopiadora utilizado en nuestra vida cotidiana puede ser una solución para el almacenamiento de energía de forma más eficiente y barata», señaló el Dr. Hu para BBC News.

«La experta tecnología desarrollada a lo largo de un siglo por la industria del papel se puede transferir para mejorar el proceso y el rendimiento de estos dispositivos basados en el papel».

Según el equipo de investigadores, las adaptaciones a la técnica en el futuro podrían permitir simplemente pintar con la tinta de nanotubos y activar los materiales sobre superficies, como paredes.

Los investigadores han experimentado, incluso, con varios tejidos, allanando el camino hacia unas baterías hechas principalmente de ropa.

Fuente: BBC Technology


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